El Orgullo Fiscal

debe ser grande.

Acusó de terroristas a unos manifestantes. La acusación, daba risa. pero él insistió. Presentó el caso ante los jueces especiales dado el cálculo: ellos me apoyarán. Pero no, el caso no se sostuvo.
Ahora en lugar de desistir, ahora cambia la acusaciòn.

quizà ya no es orgullo, es sobervia.

Comentarios

Aldebarán dijo…
Si soberbia es querer ganar el juego a como dé lugar, sí es soberbia.

Pobre fiscal, parece que no le pega en ningún momento a la piñata. Y no veo que esté vendado ni que le hayan dado muchas vueltas antes de darle el palo de escoba.
Lo mas preocupante es que personas asi tienen poder.