Parece una historia poco creíble, si viviera en otro país. Pero pasa en El Salvador. Dos Organos primarios de Estado se ponen de acuerdo para neutralizar a la Sala de lo Constitucional. Ayer escribí sobre esa aberración jurídica que nunca pensé podría a cobrar vida, y mucho menos tan rápido, gracias a la sanción del decreto por parte de Funes.
Hipócrita, él.
Si tan solo esto fuera dos a dos, lastimosamente hace falta la gente...que la gente se haga sentir.
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