Violencia, por ser mujer

*soy parte de un festival de blogs sobre el tema, al final estàn otros blogs participantes

La violencia, de donde venga y a quien vaya, es condenable. Sin embargo, la humanidad ha reconocido que este fenómeno tiene sus peculiaridades (considerando hacia quién se realiza), razón por la cual se le reconoce como una forma de discriminación cuando se ejerce contra determinadas personas en razón de sus características impuestas por un contexto histórico y social.

Este es el caso de las mujeres, a quienes nuestros padres, madres o abuelas nos inculcaron “no tocar ni con el pétalo de una rosa”, una frase tan repetida y que se vuelve en ironía pura cuando la realidad en la casa, en los trabajos, en las vías públicas es distinta. A las mujeres se les percibe susceptibles que ha habido quienes las ultrajan (bajo “cuenteos morbosos”, ataques directos, humillaciones, etc.) les maltratan físicamente y hasta son asesinadas casi “por derecho”.

Esta violencia se origina en una diversidad de causas que no se analizarán en estas líneas, aunque si debe dejarse claro que no es un asunto “heredado” ni mucho menos debe asumirse como “natural”. Tampoco es una característica propia de los varones. Mas bien, la violencia (hacia las mujeres) es una actitud cultural que –como si fuese una tradición— se ha ido pasando de generación en generación como una pauta de conducta social basada en la falsa idea que las mujeres son objetos o seres inferiores. Así ha sido “aceptada”, por mujeres y hombres. De alguna manera esto ha influido en las relaciones de poder, en la calle, en el trabajo, en la política o bien en el hogar.

Reconocimiento

La violencia hacia las mujeres puede entenderse como “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público o el privado. Esta violencia es reconocida en la actualidad como una violación a los derechos humanos.

El caso mas extremo e irremediable de esta situación es cuando se llega al “asesinato”; no al casual o general que nos afecta a todos y todas, si no aquel que se comete con un dolo o intención basada en el sexo o bien en el género. Esto es lo que en estos días (mas bien, años) se ha venido reivindicando en el plano social (movimientos de mujeres y de derechos humanos) y ha pasado a la discusión jurídico-política.

Es por eso que en el léxico forense ya se ha acuñado un nuevo término (en realidad un neologismo): feminicidio (fem) para diferenciar la tipología del “homicidio” (homo) y que ha sido recogido por leyes de algunos países con el fin de dejar sentado –por ley—que existe “intención de asesinar a víctimas por su condición de ser mujer. Más allá de discutir la terminología, habrá que poner atención al fenómeno que se quiere reconocer y por ende prevenir y sancionar.

El fenómeno en el país

Sin el ánimo de establecer como antecedente, ni premisa, me gustaría comentar que días atrás estuve revisando casos de violencia hacia las mujeres durante el conflicto armado de El Salvador. Si bien, estas víctimas eran parte de los “objetivos” militares al igual que hombres, personas de la tercera edad y hasta niños y niñas, resulta notorio que los patrones de violencia hacia las mujeres llevan el componente sexual (las humillaciones en razón de género) y la voluntad de producir dolor y daño en aquellas, que preñadas, podrían ser madres de un “hijo de la subversión”. Lastimosamente, la Comisión de la Verdad no reconoció la peculiaridad del fenómeno de la violencia hacia las mujeres en la guerra salvadoreña y sin duda es un asunto por analizar y en su momento, reconocer como tal. (pongo el ejemplo del asesinato y violación de cuatro monjas Mariknoll por miembros del Ejercito en la carretera a Comalapa).

Ubicándonos en el contexto actual (y en datos actuales puede verse también el blog de Hunnapuh), Según los datos del Instituto de Medicina Legal (IML) entre 2001 y 2008 hubo 2,452 asesinatos de mujeres (1,568 murieron por arma de fuego, 495 por arma blanca y 389 por “otros”. IML hace notar un aumento de asfixias por estrangulación). El IML afirma que las muertes intencionadas hacia las mujeres han aumentado en un 50% desde el 2005 al 2008). Luego, el 2009 fue un año escandaloso en este ámbito pues se reportó 592 homicidios de mujeres, mucho más que en años anteriores. Poniéndolo en perspectiva, la tasa de homicidios femenina se ha triplicado. (fuente: “Epidemiología de los homicidios en El Salvador, período: 2001-2008. Dr. Fabio Molina, 31 octubre 2009.)

Otro dato relevante es el móvil del crímen pues allí está el “kit” del feminicidio. De los datos de 2001 a 2008, 128 fuero casos etiquetados con el móvil de violencia intrafamiliar, 38 muertes “por maras”, 49 por delincuencia común y el resto se consigno como “móvil desconocido”. Llegar al fondo de cada caso es un asunto del sistema legal y requeriría de un esfuerzo --que esta fuera del alcance-- del ISDEMU que junto con la FGR, CSJ, PGR deberían analizar para explorar tendencias y sobre todo para dar con las pistas para prevenir estos hechos.

No es necesario seguir contando muertes, ni golpes, ni humillaciones. Las agresiones –porque somos mujeres— ya no deben seguir.

En noviembre de 2010 la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Especial Integral para una vida libre de violencia para las mujeres, hecho que si bien es un avance en cuanto a herramientas de sanción o prevención hay que señalar que patrones culturales no se cambian por ley, aunque si puede contribuir. En segundo lugar, esta ley entrará en vigencia hasta el 2012 e implica una serie de cambios institucionales y presupuestarios que habrá que ver en la practica la capacidad de las instituciones de implementarla. La preocupación surge a partir de antecedentes: ley de acceso a la Información, LPINA, Ley de escuchas telefónicas, por mencionar algunas. Así las cosas no se si alegrarme o preocuparme.

Finalmente, debo señalar que soy hija de una gran mujer y madre de otra bella mujercita y que cuando escribo, soy parcial por conocer de cerca cierta forma de algún tipo de agresión o discriminación. Soy abogada, y por ende incrédula de leyes mágicas. Lo único que cambiaría esto es la simple actitud de no dejar hacer, ni dejar pasar ningún tipo de violencia hacia nosotras. Recalco que los hombres no son violentos hacia las mujeres “por naturaleza” y por lo tanto nadie tiene excusa natural, ni social para seguir en este tipo de convivencia. Eso, ni en pintura.

Ixquic

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Entrada de Hunnapuh (ver)

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Comentarios

Totalmente de acuerdo, no a la cobardía de la violencia contra las mujeres, de ningún tipo.

Saludos
Anónimo dijo…
Me alegro leer de nuevo tus ideas!
Pero no estoy de acuerdo que exista una tendencia a matar por el hecho de ser mujer, en nuestro país se mata por el simple hecho de ser salvadoreño o salvadoreña.
xyz
GuanacoEH dijo…
Que este país tiene un serio problema de machismo y de violencia dialéctica y física contra las mujeres es perogrullada. Es tan obvio como que el sol sale todos los días.
Sin embargo, no puedo dejar de compartirte mi convicción de que hay un sector del feminismo radical que tergiversa este tema y lo deforma de manera inaceptable para los que tenemos como Norte la ética y la verdad. Vi en tu texto algunos de esos argumentos, como el baile de cifras. Los asesinatos de mujeres han aumentado entre 2005 y 2009, sí, como los de los hombres, los de los buseros, los de los repartidores de pan, los de los y las policías., los de los transexuales.. La violencia ha aumentado en El Salvador, no solo la violencia contra las mujeres. Árbol y bosque.
Otro detalle es querer presentar que todas las muertes de mujeres recogidas por el IML son por el hecho de ser mujer. Me parece que se falta a la verdad. Hay mujeres a las que las matan por ser mujer, estoy seguro de que es un porcentaje importante, pero las mujeres también mueren por resistirse a asaltos, porque extorsionaban y el extorsionado quiso resolverlo por su cuenta, hay mujeres asesinadas por mujeres, etc. etc.
Resumiendo, este es un país muy violento en el que hay mucho que corregir, y el machismo es una de esas lacras, pero, creo yo, el apego a la verdad y a la ética debe ser un ingrediente básico entre los que promovemos ese cambio.
Un saludo, y también me alegra volver a leerte.
ixquic* dijo…
Gracias por sus comentarios. XYZ, ves ya voy despertando de la pereza de escribir.

Roberto y XYZ, me alegra que cuestionen el concepto del feminicidio, pues nos da la oportunidad de la sana discusión, respetando lo que cada cual concluya.

No quise hacer un texto largo, pero Roberto tu abordas el punto y desde allí lo retomo.

Puse las cifras, digamos de asesinatos totales de mujeres. Yo soy del criterio que NO TODO ESO es Feminicidio de acuerdo al concepto.

Sí destaco la cifra de los móviles, pues allí si me permite ver porqué (al manos de forma a priori) tales mujeres fueron asesinadas. Allí esta el tema de la muerte por violencia en el hogar y no me importa si ese dato es bajo, en comparación con cifras generales pues no es el punto medir más o menos.

Hay un montón de muertes de mujeres que ni es delincuencia común y se consigna como móvil desconocido, habrá que ver ¿qué arrojan las investigaciones? para luego juzgar si es un homicidio (en términos penales) o bien, un caso de feminicidio.

En conclusión, yo soy del criterio que no todo asesinato de mujeres es feminicidio y allí está el reto: con ley en mano, comenzar a documentar casos en los que se puede establecer es voluntad de matar por razón de gènero, como sucede en muchos casos de violencia intrafamiliar o en otros àmbitos. Allí, como bien decís Roberto, si estaríamos en búsqueda de la verdad y la ética ¿no creen?

Saludos a todos,
Unknown dijo…
Me encanta tu artículo, no obstante, lo lamentable de la temática (es para releerlo y meditarlo). Algo difícil de aceptar, es que las mismas mujeres que son víctimas de violencia en cualquiera de sus manifestaciones, son incapaces de detectar de tal situación y muchas veces no es hasta que un tercero interviene para hacerles saber la condición en las que se encuentran o cuando el abuso ha trascendido al físico que se intenta romper con esos círculos o patrones de conducta generacionales, que tal como afirmas no son herados sino más bien sufridos o en otras palabras enseñados.
Aldebarán dijo…
Coincido con Roberto y contigo que no todo asesinato de mujeres es feminicido. Entiendo que las organizaciones feministas pidan que se trabaje en la reducción de las muertes violentas de mujeres, pero creo que tendríamos que ponerle más énfasis en la reducción significativa de las muertes violenta. Es difícil trabajar y educar para la reducción de la violencia contra la Mujer dentro de un contexto tan crítico como el que vivimos.

un saludo.
El argumento de que las muertes de mujeres aumentaron como consecuencia del aumento general de muertas es falso como lo demuestro en el post que puse al respecto, porque efectivamente se ha triplicado la proporcion de mujeres respecto al total de muertes por año en un período de 8 años. La proporción debió en todo caso haberse mantenido igual 5% pero ha subido a casi el 15%, lo que indica que si se ha incrementado, por desgracia los números no mienten.
¿Por que se asesinó a esas mujeres? Creo que basta revisar las investigaciones policiales para llegar a una conclusión nada halagadora.

Muchos amigos míos comparten esa posición de negación ante los hechos, creo que eso es parte de nuestra misma aceptación cultural de la violencia de género.

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, dijo Serrat.
GuanacoEH dijo…
Este problema, amigo Hunnapuh, me late que es más complejo que hacer un par de sumas. Si es que la hay, la ligera diferencia de números entre el aumento general de violencia en El Salvador y el de los asesinatos de mujeres no significa automáticamente que hayan más violencia de género. Esa puede ser una explicación, pero se me ocurre, sin meditarlo mucho, otra, como que las mujeres se han incorporado de forma mucho más activa como agentes generadores de violencia -algo indiscutible en el ámbito de las maras-, lo que puede haber derivado en ese alza.
En este supuesto tampoco estaríamos hablando de feminicidios en el sentido estricto de la palabra, el que parece que quiere darle la autora del post.
Bueno, eso, un abrazo a todos. Interesante y sana discusión.
ixquic* dijo…
Holas!, bueno acá identifico dos discusiones muy interesantes, con posiciones muy válidas y que de alguna manera se relacionan entre sí.

1. Que se entiende por feminicidio (esto es conceptual)
2. los asesinatos de mujeres en el mar de asesinatos en el país.

Yo sostengo y no por invento mío (pues esta discusión existe en otras esferas) que no todo asesinato de mujeres es feminicidios y en el post lo explico. Hay mujeres que mueren en el marco de la violencia generalizada (igual niños y niñas). Muertes por asalto, por una bala perdida (una académica de la UTEC murió así al caerle una bala de un bus hace unos 4 años mas o menos) si era hombre ¿no iba a ser objeto de esa bala?.

Lo medular, para mí, para asegurar que si existe el fenómeno de violencia --que puede llevar a la muerte-- por razones de género (siendo uno de ellas el asesinato) es reconocer que existe un patrón de violencia hacia las mujeres y que se manifiesta en las agresiones sexuales, lesiones, maltrato, trata etc. y que se debe a razones --insisto-- basadas en la condición femenina.

No importa si esta es la media o el 0. x %. Si el fenómeno se reconoce en su justa dimensión, posiblemente tengamos una herramienta para hacer avanzar la investigación criminal y la denuncia por parte de las víctimas.

El año pasado asistí a la presentación que hizo IML y me pareció genial que ya presten atención a las estadísticas, por género, por móvil etc. Ademas asusta ver como la tasa de homicidios en hombres se mantiene mas o menos y que la de las mujeres se haya disparado tanto.

hay allí pistas, mas no conclusiones, pues el IML no investiga hasta el final un caso. Saca los datos de forma liminar y en el curso de la investigación las cosas pueden cambiar. Por lo tanto esta información no es del todo concluyente si lo que se quiere es establecer "móviles" es decir, que motiva asesinar a una mujer? estar en la pandilla? vivir en zonas delictivas? no pagar la renta? o la violencia de pareja?

Me parece que si nos concentramos en el tema, podemos dejar de lado el "mar" de homicidios y mejor observar detenidamente los asesinatos de mujeres y entre ellos, aquellos que realmente constituyen violencia de género.

mas que sumar o restar, personalmente, prefiero ante la falta de datos idóneos aumentar el tamaño de la lupa.

Hunnapuh, yo tampoco comparto que se sumerja este tema de tajo en la violencia generalizada, aunque creo que si puede ser uno de los tantos factores, pero no el único. Tampoco creo que se niega de tajo, el fenómeno. A veces me indigna cuando algunos creen que esto es invento, esencialmente cuando se tiene --aunque sea de forma aislada-- conocimiento de caso terribles.

es mi opinión, puedo equivocarme...pero veá...
saludos!
Lo realmente perverso es que no son sumas y restas de números sino de vidas y se suele trivializar entre si son 10 o 1000000.
El día de la mujer una mujer embarazada de usulutan fué asesinada por su pareja por motivos "pasionales", una joven apareció desmembrada no se donde, esto es solo lo que alcanzé a ver en un noticiero local.

Por eso insisto que negar el fenómeno nos vuelve de algún modo cómplices de él, y lo vuelve perdurable en el tiempo, conste es mi opinión.
noticias dijo…
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro temas muy interesantes.