¿Objeción?

La seguridad pública parece ser el tema “público” más inseguro de éste y los pasados gobiernos. Que si dura, medio dura o dura blandita debe ser la mano con que este asunto se debe tratar. Lo cierto es que, lo que menos se intenta es aplicar con efectividad la ley. Si cada cual lograse hacer lo que debe, con quién debe y en el tiempo correcto quizá no estaríamos en tanta queja.

La última propuesta del gabinete de seguridad

Un asunto –que sin duda—divide las opiniones es el tema del servicio militar obligatorio. Por una parte están aquellos que pensarán que es positivo porque los “jóvenes” de hoy deben pasar por esa experiencia para conocer la verdadera disciplina. Añaden que esta sociedad estaría mejor si esta práctica se realizara.

Otros argumentan (las autoridades actuales) que el servicio debe ponerse en practica porque en el combate a la delincuencia actual le hace falta recurso humano para enfrentarlo.

Y luego están aquellos, mayoritariamente personas jóvenes, que reivindican su derecho de objeción de conciencia, es decir la posibilidad –en este caso— de negarse a prestar servicio militar. En definitiva, el sagrado derecho de la libertad de elección.

Lo cierto es que este tema es para discutir. La ONU ha reconocido el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar como parte de la libertad de pensamiento, conciencia y religión consagrada en el Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Pero nuestra Constitución reconoce que el servicio militar es obligatorio (artículo 215), para todos los salvadoreños (varones y mujeres) entre los 18 y 30 años de edad. Esta disposición constitucional se encuentra desarrollada en la Ley del Servicio Militar y Reserva de la Fuerza Armada (de 1992) que está vigente. Sin embargo no se ha aplicado en estos años...

Después de los Acuerdos de Paz la conscripción (servicio militar) no se implementó y por ende estas normas habían caído en des uso y eso se explica porque el país no está ya mas en guerra. Ahora el tema vuelve, en otro contexto y por otras razones. Pero luego de intentar malas salidas, será esta otra más en la camándula de flechas perdidas?

Para quienes sólo buscamos que el gato tenga 4 patas, la solución debería ser la reforma constitucional y avanzar en la regulación de un servicio militar voluntario, pues hay que reconocer que hay gente que le gustaría participar y asi se deja la libre elección a los jóvenes: si optar por la experiencia militar, o bien religiosa, deportiva, artística....en definitiva cualquiera de esos caminos que nos han enseñado (a quienes lo hemos practicado) el buen gusto por la disciplina, el amor a Dios, a la familia y ha esta pequeña nación.

increíble que sea el FMLN tan variable en sus poses políticas.

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Comentarios

Anónimo dijo…
Hay países en los que el servicio militar es obligatorio pero no supone acuartelamiento permanente, los jovenes que están estudiando hacen su servicio los fines de semana, los que por cuestiones religiosas no pueden usar armas hacen un servicio más social.
Aquí es de buscar como hacer las cosas, no a lo guanaco, que buscamos pretextos para no hacer las cosas y gastamos interminables horas y recursos discutiendo porque no hacer algo.
xyz
ixquic* dijo…
claro, hay que buscar cómo hacer las cosas, y hacerlas bien.