Cambió Gobierno y oposición, pero ¿Cambio en el país?

Ayer se concretó el primer cambio, el de gobierno, el de partido oficial. Políticamente hablando, tal hecho confirma la madurez de nuestro régimen político. Sin embargo, El Salvador y su manojo de problemas y preocupaciones son otra cosa, cuya transformación para mejor o peor sólo el tiempo lo indicará.

Por ahora atravesamos un mal momento. Nunca se sabe cuando se estará mal, pues años atrás decíamos estar pésimamente, sin saber que llegaríamos a estar peor. De ahí que es mejor no hablar sobre lo que será hasta no verlo.

El ambiente de esperanza sobre el cambio es palpable en las encuestas, que dibujan el voto de confianza de la mayoría ciudadana. Este dato no puede cuestionarse, pues refleja además la voluntad que llevó a Funes al poder.

Existen personas que son atraídas por el oído y otras hacen honor a aquella frase que dice “el amor entra por los ojos”. ¿A qué grupo pertenecés? ¿un poco de ambos? Puede ser. Quizá lo sensato es que mientras no se vea el cambio reflejado en hechos, el oído debe mantenerse alerta.Tal como me dijo un amigo hoy, más que Funes (y parrafaceándolo) los que no tienen derecho a equivocarse son los ciudadanos: deberán jugar un papel controlador de la gestión pública.

Las designaciones ministeriales han sido primeras decisiones del Presidente Funes, una parte genera confianza y la otra, interrogantes. Estas sensaciones cambiarán o se confirmarán más adelante.

En cuanto a los anuncios hechos por el mandatario, un vacío que puede reprocharse es el tema de seguridad, pues no escuché nada concreto, como si se hizo sobre el aspecto económico al referirse a esas doce medidas.

El sábado pasado hubo una masacre en Zaragoza, varios jóvenes fueron asesinados con armas largas. Además los cuerpos de dos mujeres aparecieron en el río Arenal y dos hermanos fueron asesinados y un tercero sobrevivió.

Un querido amigo está siendo extorsionado en estos días, está desesperado pues quienes realizan este delito amedrentan a sus padres. En un principio abandonaron la vivienda por temor, pero han tenido que regresar por necesidad y ahí están bajo amenazas, esperando a ver “qué pasa”. La desesperación y desesperanza es mucha. En esto, nadie sabe cuando llegará su turno.

En suma, ha sido una lástima esta ausencia en el discurso. Hoy vi la entrevista en canal 33 con Manuel Melgar, Ministro de Justicia y Seguridad, y aunque habló más de sus intenciones de prevenir la violencia (lo cual está bien) nada concreto dijo de lo inmediato y disuasivo frente al crimen que a diario está cegando la vida de nuestros ciudadanos o nos mantiene en vilo.

Por otra parte, ARENA se retomó mal su rol de oposición política. Hoy apareció un comunicado cuyo titular debió ser “el comal le dijo a la olla”: reclaman a Funes su falta de coherencia a hacer designaciones partidarias (OIE, Gobernación, Seguridad, Cancillería etc.). Pero ¿Con qué solvencia moral reclaman esto? Si hasta tuvimos un Presidente de la República que era presidente del COENA? Además, se ofenden por las alusiones hechas a los gobiernos areneros en el discurso del novel presidente. Si van a estar sacando comunicados por sentir heridas las susceptibilidades, no creo que logren buena consistencia como oposición que son.

De pronto recordé aquella canción de Inti Ilimani que dice algo así: "porque esta vez no se trata de cambiar un presidente...sera el pueblo quien construya un país diferente". Asi si podría cambiar este país, los politicos son a penas interpretes de una mal lograda ópera.

Comentarios

Anónimo dijo…
Ixquic, el problema no es la solvencia moral de ARENA, eso es lo de menos. El punto es que si a esas nos atenemos nadie puede cuestionar al presidente.

Si voy a señalar los errores de los otros y ademas advertir que no tengo derecho a equivocarme, y que la transparencia y que la meritocracia, y la ética y un largo etcétera, es porque por lo menos voy a dar el primer paso en firme.
Como ciudadanos debemos preguntar, más allá del partido ARENA, pero como no podemos pagar un campo pagado siempre parece que nos quedamos afónicos. Te doy un par de mis preguntas

que hace en el gabinete Nicolás Salume hijo. Ya no es campaña sucia de Arena porque el señor Salume padre reconoció haber dado aquél famoso desembolso millonario a Funes. Ahí no hay ni transparencia ni meritocracia ni etica.

que hace Umberto Centeno en gobernación. Dios nos libre de un terremoto o un huracán porque yo no confío en que ese señor nos pueda ni siquiera sugerir que nos paremos debajo de una puerta para que no nos caiga la casa encima.

El nivel profesional de Henry Campos, a mi entender que no me muevo en los círculos abogadiles, es de primer nivel. Que hace de viceministro de una cartera tan fundamental como seguridad, mientras el ministro, no lo conozco mucho más allá de sus métitos partidarios como diputado, primero én nuestra honorable asamblea y después en el honorabilísimo Parlacen.

Y no digamos Violeta Menjívar en Salud. Eficiente y responsable como es la doctora Rodríguez se creo otro viceministerio y puso ahí al hombre que ella sabe que de verdad va a trabajar y la va a respaldar en su proyecto. O sea es mejor que la ex alcadesa cobre su sueldo, quede ahí algo de florero y ella arma su equipo para trabajar de verdad.

¿Esto es lo que Funes ofreció en su discurso? Sigo pensando que hasta ahora solo han sido palabras y pocos hechos.
ixquic* dijo…
Anónimo, fijate que no quise concentrarme justamente en esos nombres, que yo también cuestiono.
Comenzando por Violeta (sigue que sigue), Linares (pinchando el teléfono por morbo), Centeno (¿te lo imaginás con un megáfono en su oficina).

Ciertamente, estas personas tienen en sus manos cosas gruesas como la seguridad, la vulnerabilidad, salud o educación.

Por eso decía que una parte del gabinete plantea interrogantes.

Dudas pues, bueno dicho políticamente correcto, hay un beneficio (¿o maleficio?) de la duda.

Personalmente, estas designaciones nada ..nada! tienen que ver con el mérito. Por desgracia, la explicación sólo la brinda la lógica del poder...de las negociaciones pues.

y cuando veo estas cosas, no puedo saborear ningún cambio en el "estilo de gobernar".

Pero como decía en el post, estas conjeturas se confirmarán o no.
Anónimo dijo…
Hay que darles un margen a Funes y al FMLN.No se puede pretender que todo cambie de la noche a la mañana de una forma clara y perfecta. Lo reseñable será su voluntad de cambio y la sensatez y eficacia de sus medidas, entendiendo que siempre estaremos a medio camino entre una política esperanzadora y otra decepcionante.
Es lo que hay.

Una realidad tan vasta no cambia de la noche a la mañana y una cultura política no se transforma
de golpe por una simple decisión presidencial.

Álvaro.
El-Visitador dijo…
Por ser país de renta media, aquí claramente no es África.

Aquí la gente no se muere de hambre en el sentido literal de la palabra.

El problema #1 es la delincuencia. Dicho problema luego te causa deficiencias en educación, inversión y generación de empleo, lo cual impide que haya suficientes ingresos para pagar la salud que quisiéramos ver.

Y sin embargo, parece que en cuanto a delincuencia, como en cuanto a economía, nuestro flamante ciudadano presidente no tiene NPI