Cronopios

Los Cronopios salen de Juerga, dice El País. Pues ayer se presentaron tres textos inéditos en conmemoración del 25 aniversario de su muerte.

:)

En la humanidad solo hay de dos: Cronopios y Famas.
¿quien sos vos?

Comentarios

Buena pregunta.

Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades.
Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas".
Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.
Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan.

No sé todavía como clasificarme.

Saludos
ixquic* dijo…
Ni yo, aun cuando me identifique con los Cronos.

¿Cronopios, famas y esperanzas?

vaya, sólo Charlie Parker logró definición.

saludos Ulysses y Rafa!
Aldebarán dijo…
Si los cronopios fueran de color negro y los fama blancos, muchos de nosotros seríamos como las cebras, a rayas.
Chichimeca dijo…
Cronopios y famas, por el autor.

¡Cronopio o muerte! (es posible sustituir "muerte" por "fama", y la semántica de la frase queda inalterada).

Aunque sí, quizás somos a rayas, pero no por opción, sino a fuerza de recibos y ordenanzas municipales y visitas episódicas al abogado.