Pero nada ¡nada! me deprime tanto como las instituciones y las decisiones que éstas producen. Si se supone que la racionalidad del Estado viene dada por el entramado de normas, instancias y funcionarios que producen decisiones basadas en la ley. ¿cómo explicarse entonces un Estado del Absurdo?
el pasado 12 de noviembre el tribunal de ética gubernamental rechazó una denuncia y señaló que el presidente Antonio Saca no infringe la ética gubernamental cuando en el marco de una misión oficial a California, participó en una actividad de recaudación de fondos de campaña para su partido político. ¿quien le pagó el viaje? ¿el partido o nosotros?
La explicación es la siguiente: Saca se despoja de su carácter de servidor público y actúa con carácter privado, si asiste a una actividad de recaudación de fondos de campaña. No importa si vos le pagaste el viaje . Me parece que el Tribunal no debió declarar inadmisible in limine litis la demanda y se hubiese dado la oportunidad de razonar porqué la acción de Saca es o no (razonando pues) una forma de prevalecerse de su cargo para hacer política partidista, hecho que la Constitución prohibe.
Pero doña Kury de Mendoza dice que el tribunal “verificó y se dio cuenta que la imputación que se le hace (al presidente Saca) está relacionada con una actividad privada y estima que el presidente no se encontraba ejerciendo su función pública. Y por lo tanto no somos competentes para conocer."
Burocracia inútil como este tribunal es un atentado a nuestros bolsillos.
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