Marianella

Marianella García Villas era la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CDHES) cuando fue asesinada, hecho que ocurrió el 14 de marzo de 1983, cuando tenía 35 años de edad.
Me parece ella, una mujer políticamente relevante (no en el sentido partidario, aunque también lo es). Las mujeres de esa generación en conflicto tuvieron roles importantes y asumieron sus riesgos. García Villas fue abogada, estudió Ciencias Políticas en la UCA, era de hija de un migrante español. Fundó la CDHES y fue reportera. Adicionalmente, fue defensora de derechos humanos, en una época que ese afán se prestaba para morir en el intento.

Además era un tiempo difícil para desligar la lucha por los derechos humanos y la lucha revolucionaria y partidaria. Pues o estabas con el oficialismo o eras comunista. Esta mujer fue diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y capturada en dos veces por la Guardia (¿torturada? ¿violada?) y creo que viajó a México después.

Si ideológicamente era de aquí o de allá no sé, pues reviso su existencia y trascendencia a la luz de esa batalla por documentar la tortura, la desaparición forzada y el vil asesinato. De ahí que resulte –por ahora-- un tanto inútil usar referencias ideológicas para descalificar la causa por la que encontró la muerte: la denuncia internacional por las graves violaciones a los DDHH en El Salvador.

Según lo que he leído (un informe de la época de Amnistía Internacional) ella se encontraba documentando hechos (bombardeos o masacres) para luego viajar ante las Naciones Unidas y presentarlos.

Murió en una emboscada realizada en la Bermuda, Suchitoto, en al que murieron 21 personas. La FAES dijo que ella era guerrillera e iba al mando de una columna, la FAES siempre decía eso de los muertos, total.
No es ilógico pensar que muchos periodistas se plegaban a cualquiera de las fuerzas en combate (FMLN o FAES) para obtener información sobre combates y hasta protección. Además ella estaba desde 1981 en la lista de personas “traidoras a la patria” así que si iba en el grupo de la guerrilla, como muchos periodistas, eso no la hacía una combatiente. Además, ¿qué podes hacer en esas circuntancias si ya sos traidora a la patria? de eso, a...¿comandar?. Los periodistas debían ser intocables del accionar de la FAES y la guerrilla, así como la población civil; recuérdese que esta gente estaba protegida por el derecho internacional humanitario (vigente desde la declaración Franco/Mexicana) que para desgracia nuestra nunca se respetó.
En aquel tiempo, los atentados contra la gente demócrata cristiana era cosa del día y asi lo reportaba la gente de El País de ese momento. Por ejemplo el asesinato de Diego Trujillo, diputado PDC, hecho ocurrido ante sus alumnos en la escuela de Nueva Concepción, en el departamento de Chalatenango. Cinco encapuchados interrumpieron la clase y le dispararon varias ráfagas de metralleta frente a los infantes. “Con él son ya trece los dirigentes democristianos muertos por bandas de ultraderecha desde que este partido fuera desplazado del poder en las elecciones del 28 de marzo” reza este mismo artículo que alude al caso del periodista Estadounidense John Sullivan.


Sobre su vida (de Marianella), hay información aquí:


La trayectoria de García Villas traspasó las fronteras, en ese asesinato se atentó contra el periodismo, la libre expresión, contra la democracia cristiana, contra el sector de defensores de derechos humanos. Una muestra de que no habían límites. La Comisión Española por los Derechos Humanos y la Paz en El Salvador en marzo de 1983 rindió un homenaje a Marianella con un artículo publicado en El País también.

Lo leí y traté de ubicarme en los hechos y época. Pero (esta parte es la màs me cuesta..) hay cosas en ese artículo o pronunciamiento español que ya no puedo apreciar con igual valor. Por ejemplo, el apoyo que este comité le da a las posiciones hipócritas de Felipe González. Claro, estas cosas se expresaron en un momento histórico en el que la guerra exigía irte a una de las dos orillas o la muerte, aunque la orillas no te llevaran a nada.

Por eso, hoy El Salvador y su sociedad ya no pueden pensar desde esas orillas. ya estuvimos en esas. ¡hay que parase en medio de la calle y tomar nuestra historia común, es decir, Considerar los sacrificios de un bando y de otro: secuestros, ejecusiones, desapariciones. y decir: ¡carajo! ¿y esto pasó entre nosotros?

Me alegra tanto saber de las personas que nos heredaron buenos afanes.


fotos tomadas de aquí: y la foto de su funeral es del libro del Equipo Maiz,

Comentarios

Aldebarán dijo…
Gracias por la nota. Hay varias cosas que no sabía sobre Marianella.

saludos