Bestiales

A ver:

Blas Pascal dijo: “El hombre no es ni Ángel ni Bestia”

Me gustarìa pensar que se refiere a los hombres en si, pero se que se refiere al ambito humano. Despuès de esa mal sana observaciòn cuento que estoy preparando materiales para hablar sobre violencia y he encontardo y profundizado puntos. La cita, la traigo a propòsito de haberla encontrado en un libro muy bueno sobre la violencia social.

El punto de reflexiòn es que si bien la humanidad tiende al acto violento, su racionalidad no permite y evita tragedias. La racionalidad formalizada es el derecho que paar es nos pone lìmites a la sociedad y al Estado.

Es cierto, no pretendo hablar de àngeles y que los seres humanos nos acerquemos mucho a ellos. Pero eso sì, debemos procurar que la conducción de esta sociedad se aleje lo màs posible de esa bestia.

Lamento mucho la muerte asfixiante de los 5 reos del penal de Chalatenango. Los mataron y nadie se percató. Odio las càrceles. Cada año pasa y no veo mejoras allì.

Comentarios

El-Visitador dijo…
«Odio las càrceles»

Las cárceles forman parte de la sagrada Justicia de un país.

Son una institución crucial para apartar de la inocente ciudadanía a los criminales indeseables.

Son vitales como ejemplo para otros: sé un antisocial, y aquí vendrás a parar. Imponen disciplina civilizante.

Ahora bien, muchos salvadoreños, desgraciadamente, en vez de verlas como los templos de rectitud que son, «las odian.»

Por éso no se les tiene el respeto cívico que se merecen. A la larga, resulta en ciudadanos que no le prestan importancia y por lo tanto políticos que no les asignan los fondos que deberían.

Si los salvadoreños amasen sus cárceles como aman sus iglesias, tendríamos las mejores cárceles del mundo, y viviríamos en paz.
ixquic* dijo…
Hablo del sistema penitenciario salvadoreño, cuyo fin no veo satisfecho. No hablo de càrcel en abstracto.

Un sistema penal moderno y democràtico tiene como objetivos: sancionar y REHABILITAR al delincuente. Y con el ejemplo prevenir màs delitos.

El Sagrado sistema de justicia no logra sancionar todos los crimenes, y por ende allì es imposible que se cumpla con ese fin.

La rehabilitaciòn, que se debería garantizar en las càrceles no es aun una opciòn.

No me vengas con que "si yo amara las càrecels" ¿verdad que te gustan los pajaros preñados?

no! acael punto es:

si las autoridades CUMPLIERAN los fines de este sistema, tanto como aman sus puestos de buròcratas, tendrìamos càrceles decentes.

¿què respeto cìvico puedo tener si cada vez que se asesina adentro a alguien, NUNCA se interviene? ¿si desde adentro se delinque? ¿si hay una red descarada de tràfico de drogas? Visitador, lindo concepto de rectitud. ¿has entrado a alguna? ¿has hablado con reos? Hay que verlo de cerca para opinar.

¿Vos creès que a la larga por detestar lo ineficaz de càrceles se estimula la mala respuesta estatal?

Si lo que vos querés es descalificarme o jugar al sacarmo, està bien.

Las maras se fortalecieron desde el 2003 y hubo un factor decisivo: la càrcel, en donde reforzaron identidad.

Pero vos amá esas cosas, bien vas!

Yo me reitero,
Anónimo dijo…
viernes 7 de marzo de 2008
El Precio del Derecho



Por Francisco J. Laporta*

Hace algunos años dos importantes constitucionalistas americanos publicaron un libro que fue saludado como un hallazgo. En él, sin embargo, los autores no reivindicaban más que el sentido común. Su título era El coste de los derechos y su lema central muy sencillo: los derechos cuestan dinero. La libertad no es gratis.

El subtítulo era precisamente ese: de cómo la libertad depende de los impuestos. Y su moraleja era que aquella cantinela que tratan de imponer los beatos y beatas del libre mercado se sustenta en realidad sobre un fraude intelectual: es imposible incrementar la libertad hasta el infinito y bajar los impuestos hasta el cero, es decir, la idea de que la disminución de los impuestos incrementa necesariamente la libertad es una superchería. Los enemigos de la acción del Estado no pueden simultáneamente presentarse como los paladines de los derechos individuales porque los derechos no son sino un conjunto de reglas respaldadas por la fuerza del Estado y financiadas con el dinero público..


Lea el resto del artículo en el siguiente link
www.salvadorenosenelmundo.org
El-Visitador dijo…
«¿Vos creès que a la larga por detestar lo ineficaz de càrceles se estimula la mala respuesta estatal? »

No, no lo creo.

Pero sí creo que si a los niños se les enseñase acerca de la función social de las cárceles, tendríamos adultos que las entenderían como cimiento de una sociedad civilizada.

Adultos que valorasen el sistema penitenciario como garantía de su seguridad personal serían votantes que exigirían buenas y abundates cárceles, concepto que hoy por hoy, por el contrario, es considerado de mínima importancia en El Salvaor.
ixquic* dijo…
Gracias por el artículo y en enlace.

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EV, no es ecluyente. Lo uno no quita lo otro. Repito, el sistema es Punitivo, rehabilitativo, preventivo.

tu comentario sobre los niños...pues eso, es tuyo.

Saludos