Notas sobre la Reforma Procesal (1)


Actualmente, la Asamblea Legislativa analiza el anteproyecto del Código Procesal Penal ( mas de 500 artículos) y se encuentra realizando consultas. De convertirse en ley, habrían cambios importantes en el proceso penal. Vistas de manera realista, hay motivos para preocuparse.

No se trata de hacer crítica porque sí. Un abogado o abogada aspira lógicamente a salvaguardar la calidad de materia prima con la que trabaja, es decir, el sistema de justicia: normas, estructuras, procedimientos, pautas de comportamiento. En un país en el que la criminalidad acompaña se trata de una herramienta clave para acompañar víctimas en sus demandas legales o defender imputados. Seas lo que seas, este sistema se debe ante todos, allí se concreta tanta palabra que la Constitución tiene.

Algunas consideraciones

la primera es que la iniciativa es equivoca. Si alguien puede sostenerse en tierra, entenderá que mucho debe hacerse sobre la Fiscalía y Policía, y luego hacer la reforma procesal. Ya verán, luego tendrán un código que estas autoridades no serán capaces de aplicar. Hay que pensar en procesos de cambio (incluida la acción a nivel de política) y no en medidas instantáneas.

El Salvador, ha tenido un sistema normativo que nada tiene que ver con el modelo anglosajón. No se trata de establecer que uno sea mejor que el otro. No, se trata de que contamos con generaciones formadas en un modelo y de pronto, sin preparar condiciones ¡zaz! Aparece en esta nueva normativa como fuente del derecho el "precedente judicial". Creo que se peca de prácticos y luego van los golpes de pecho.

Me parece, por lo leído hasta hoy que esta reforma es un retroceso. Creo firmemente, que si algo no funciona en el sistema de justicia pues debe cambiarse, cambiar no es empeorar. Nuestro país alcanzó por primera vez en 1998 estándares de protección y garantías procesales que jamás tuvo. Con esto no puede haber marcha atrás. Los malos resultados, lo digo desde una observación personal y laboral, se deben al mal desempeño y conducción de las instituciones, y en algunos casos en la mala distribución de recursos, enfoques limitadísimos de las políticas publicas. Hay cosas muy concretas y quizá prácticas. ¿que culpa tiene un fiscal de no contar con prueba científica al alcance? a lo mejor ninguna y se rebusca con dividir a un grupo de imputados y ofrecer a alguno un criterio de oportunidad. y ya.

Esa práctica se vuelve ley, si el Fiscalón, el Diputón, el Presidentón, el Frentudón y todos los dones posibles no se rebuscan en apoyar o resolver esto. El caso clásico de mala utilización del criterio es el caso de Mario Orellana: le dan criterio de oportunidad y su caso ni aplicaba según la ley, pues su testimonio no sirvió para nada. Por desgracia, los involucrados se hacen sordos.

resulta que los art. 22 al 27 de Anteproyecto, la cosa se promueve más. Sin duda lo que se busca es resolver los casos por esta vía. Lo negativo no es que el caso se resuelva. Eso alegra. Más bien, es la capacidad de maniobra incontrolada que la Fiscalía tiene para "producir" testigos criteriados, la falta de control de estas negociaciones, con el fomento a la corrupción e impunidad. la Fiscalía, según encuestas no es de las instituciones depositarias de confianza.

La semana pasada un testigo --caso del asesinato del Alcalde de Alegría-- denunciaba a un fiscal por coaccionarlo. ¿si? Esto no puede dejarse en el aire. No podemos jugar a tener normas gringas con jueces o fiscales tropicales. ¡No es automático!

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buenas noches*

Comentarios

Anónimo dijo…
Normas gringas y jueces tropicales.

Normas europeas y jueces tripicales.

Derecho moderno y recursos del tercer mundo.

Derecho moderno y falta de visión práctica.

Derecho moderno y politización de la justicia.

¿La realidad y el deseo?

¿O la realidad y la paja?
ixquic* dijo…
"normas gringas y jueces tropicales"

anónimo, se trata de nuestra cultura jurídica en jueces y abogados u operadores de justicia. Tenemos mas de un siglo con el modelo europeo. Sí, podrá decirse que eso debería cambiar y lo que querrás. Pero la cultura no cambia con el cambio de normas.

El derecho no es estático y se sujeta al desarrollo del ser humano, la protección al humano debe ser cada vez mejor. Nadie podría denfender normas como algo pétreo.

Pero acá, siempre se quiere cambiar y combatir el crimen con cambios legales. Esto es además de un rédito electoral, peligroso porque se llevan en cuenta el respeto por cosas que se suponían superadas.

Como dije en el post, hay cosas por cambiar, pero para eso comenzas por las que urgen, por las que pesan y con método.

salú.
GioSV dijo…
No estoy a favor de los criterios de oportunidad, me parecen absurdos de la forma cómo se aplican en El Salvador. Creo más bien en reducción de penas pero no en el finiquito de la pena una vez confeso.

Falta poco para que los acusados se peleen entre ellos por ser el "soplón" que salga librado. ¿Y quién me garantiza a mí que al que le dieron el criterio de oportunidad no era el hampón más mañoso de todos?

Estos criterios de oportunidad, sin lugar a dudas, pueden propiciar una mayor corrupción entre las autoridades.

Debe invertirse en procedimientos y técnicas de investigación criminal más avanzados y acordes a nuestro nivel delincuencial galopante, para que no nos resignemos a recurrir a los "criterios de sinvergüenzada".