Mejor conciliar que ser condenado


El Estado salvadoreño, reconociendo que transgredió la dignidad humana al negar tratamientos para personas infectadas con VIH, firmó un acuerdo amistoso (así se llama técnicamente) con las víctimas de un caso presentado hace algunos años ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Si esto no se hacía y no cumplía con determinadas condiciones el caso podía pasar a la Corte Interameramericana de DH, y allí con la posibilidad de ser condenado como en el caso Serrano Cruz.
Mejor arregle, acepte y no lo vuelva hacer.
Que no se olvide porqué comenzó esta demanda, ver acá

Comentarios

El-Visitador dijo…
Mejor dedicarle el 11% del presupuesto nacional de salud al 0.3% de la población (tres décimos del 1%), y quedar bien con los extranjeros.

El GOES gasta $2,000/año en cada sidoso, gracias a esta conciliación.

En El Salvador mueren 1,190 niños/año de diarrea.

Un niño con diarrea se salvaría con $0.80 en sobrecitos de SRO.

Pero ey, ¡quedamos bien con la comunidad internacional"! Sólidas prioridades, las del GOES.
Anónimo dijo…
Con las palabras hay que tener mucho cuidado. Uno empieza utilizando un lenguaje despectivo para referirse a un grupo y al final acaba justificando que le peguen a sus miembros un tiro en la nuca. Por eso repudio los términos Arenarco, Arenazi, rojos, terengos y por eso mismo repudio el término "sidoso".

Y no se trata de caer en el pudor hipócrita del lenguaje politicamente correcto, se trata de advertir que cuando uno emplea ciertos términos para referirse a ciertos grupos puede estar desvalorizando prejuiciosamente a todos sus miembros. Los sidosos, mal que le pese al Visitador, son PERSONAS y como personas debemos referirnos a ellos/ellas y como personas y ciudadanos que son debemos ofrecerles una mínima cobertura.

Al Estado salvadoreño, quedar bien con la comunidad internacional no es algo que le preocupe, incumple muchos tratados internacionales que ha suscrito.De hecho incumple muchos principios de nuestra propia Constitución.

Los sidosos como personas que son tienen derecho a reclamar un mínimo de asistencia médica.

Es una falacia asociar el gasto público en los enfermos de sida con la posible falta de inversión en el tratamiento para la diarrea infantil. El problema aquí nos es sólo la falta de recursos, sino la falta de voluntad política para crear un sistema de salud que cubra los parámetros mínimos de asistencia sanitaria al ciudadano. Aquí se deja morir al "sidoso" y se deja morir de diarrea a los niños. Y los niños mueren no porque se atienda a los "sidosos", muren simple y sencillamente porque son pobres y porque la vida del pobre en nuestro país está devaluada, es barata.
Mejor la conciliación, no cabe duda. Supongo que se originó hace años cuando algunos criminalizaban esta enfermedad.

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Saludos.
El-Visitador dijo…
«Es una falacia asociar el gasto público en los enfermos de sida con la posible falta de inversión en el tratamiento para la diarrea infantil»

El arte de gerenciar es el arte de manejar limitados recursos.

Propongo una hipótesis: El Salvador probablemente podría gastarse su presupuesto entero de $310 millones en Salud en solamente transplantar corazones, hígados, pulmones, y riñones. Sin duda alguna, unos 3,000 salvadoreños prolongarían sus vidas por varios años. Hoy día, y no lo dudés ni un segundo, esos 3,000 salvadoreños mueren de problemas cardíacos, hepáticos, pulmonares, y renales.

Pero, usando el 100% del presupuesto para hacer ése tipo de cirugías costosísimas y salvar a los 3,000 que hoy mueren, no quedaría dinero para diarreas, infecciones, quemaduras, hemorragias, etc. Posiblemente matarías a un par de cientos de miles de salvadoreños al año.

Los recursos son limitados. Antes yo pensaba que debían priorizarse para maximizar su efectividad.

Salvar a los más posibles, maximizando cada dólar.

Por lo visto hay gente que piensa distinto.

Después de todo, una vez al año los ejecutivos del CONASIDA y los del Programa Nacional del SIDA (si, los de ambas iniciativas) tienen que ir a su viajecito anual a la ONUSIDA en NY o en Ginebra.

Deben ser divertidos, los viajecitos.