Entre el dicen que dicen, hay mucho de periodismo

Es lo que sale a relucir con esta conversación entre Palo Luers y Lafitte Fernández. Primer acto: Paolo hace una crítica, y segundo acto: Fernández responde. Tercer acto: Paolo va nuevo....

muy interesante!

Comentarios

Carlos Abrego dijo…
Estimada Ixquic*:

Me permito divergir de tu comentario, me resulta eso apenas divertido.

Carlos.
Sí si que está interesante el panorama entre organismos de inteligencia, acusaciones y polémicas.

Regreso de una fugaz visita laboral a Sevilla. No pude ver a Carmen la cigarrera :-) pero si almorcé en la Hospedía del Laurel donde dicen que lo hizo D. Juan (en realidad es Miguel de Mañara) y así aparece mencionado el local en la obra de Zorrilla. Les recordé. Por si no aparezco hasta más tarde (estoy desbordado) aprovecho para felicitarles las fiestas, un fuerte saludo desde España.
GioSV dijo…
"Dicen qué..." No es periodismo. Si no las señoras del mercado central serían mejores periodistas que cualquiera con un título universitario trabajando para un gran medio informativo.

El "dicen qué...", eso sí, puede ser el punto de partida de una investigación periodística seria. Si sólo se queda en el "dicen qué..." es puro chisme.
Anónimo dijo…
Me parece sumamente interesantisimo lo que expone Lüers, Ixquic, por que ese tipo de cosas rara vez se dicen publicamente.
Anónimo dijo…
Es listo el tal Lafit y Paolo se dejó marufiar bien fácil.

A mi me quedó super claro que Paolo sólo hablaba a modo de ejemplo cuando se refiere a lo que otros rumorean sobre Lafit.Yo no deduzco que Paolo refrende la verdad de ese rumor.

Y es aquí donde Lafit le hace el tunel a Paolo y le mete un gran gol porque desvía la atención de lo que Paolo señala. El tema central no era Lafit, sino que el estílo del periódico para el cual trabaja, un periodico especializado en esparcir rumores. Ese es el tema.
ixquic* dijo…
Carlos, a ver: podemos ver situaciónes más allá de los prejuicios hacia las personas?

La idea aquí --repito más alla de Luers y Fernández-- es poner atención en una práctica periodística no profesional. LA que no es exclusiva de ese gremio, pecamos hasta los abogados. En ES "dicen que dicen" ha sido la forma de enfrentar la verdad y colocarle a la par la metira.

Pero bien, tú sabés que te respeto muhísimo.

Goathemala, ¿verdá que si?
¡que lástima' pero mirá es grato que me contés esto sabés!

gracias por tus felicitaciones!

Giosv, totalmente de acuerdo... y como dice Soy Salvadoreño estas cosas no las ventilan así. ¡espíritu de cuerpo en la prensa? no lo sé pero pasa en todos lados. Si se hace con la sana intención de exigir calidad y crecer todos de la experiencia ajena, en buenahora.

Anónimo, bien.

No había reparado en eso y ese es el punto. Pero como ves los que han comentado aqu{i, si han puesto atención en el punto central.
Carlos Abrego dijo…
Ixquic*:

Me pareció simplemente divertido, porque pensé en lo que anota el amigo anónimo. Se me cruzó la idea que incluso hubo mutuo acuerdo...

Por otro lado, las señoras del mercado no son las únicas de hablar de lo que dicen otros. Lo hacemos todos.

No tengo ningún prejuicio respecto a ninguno de estos dos personajes, no los conozco, ni a uno, ni al otro. Los leo poco. A veces obligado.

Vos conocés mi exigencia hacia la práctica periodística en El Salvador. Tampoco leo el diario El Mundo, parece que es hacia ese diario que iban los machetazos.

No sé si en este caso se puede aplicar aquello de "por la boca muere el pez".

Gracias por tu respeto. Te respeto y te admiro.
Ni Lafitte es de la CIA, ni Paolo es "NAZI". Lo cierto es que ambos son, y lo demostraron en su intercambio, unos caballeros.
Anónimo dijo…
Interesante. Sí. Me llama la atención dos cosas:

1. Cómo se ofende Laffite por haber sido puesto en el ejemplo de Luers indicando que le sorprende que "él" (Luers, alemán) haga lo que ha encontrado tan común en los "salvadoreños": la descalificación trapera. !!! Ja! Sólo recuerdo las "descalificaciones traperas" que Laffite (tico) hizo hace años con una humilde y valiente reportera del Diario de Hoy (sólo recuerdo que su nombre era Violeta, pero no el apellido)que fue quien descubrió que agentes de la PNC eran los asesinos de aquel muchacho Adriano Vilanova. Laffite la desprestigió a través del DH sin darle posibilidad de respuesta. Las "descalificaciones traperas" no son patrimonio exclusivo de los salvadoreños.

2. Me alegra que el señor Abrego reconozca que "las señoras del mercado no son las únicas de hablar de lo que dicen otros. Lo hacemos todos" y que se incluya él mismo allí.