Post 500: Derechos humanos en la política

La vigencia de los derechos humanos le da a un Estado sustento ético, político y jurídico. El artificio fue creado para proteger al ser humano, para estar a su servicio y no a la inversa. El estado es la gran ficción jurídica del derecho y la política: somos todos y no es nadie, concentra el poder y el poder somos todos y habrá alguno al estilo "el estado soy yo", etc.

Durante años he observado personas que ven en él a un enemigo: es quien viola y arremete contra nuestra libertad. Esa visión provoca ceguera pero puestas las cosas de otra forma, habría que decir que no hay derechos si no hay Estado ante quien reclamar. Si Ud. tiene un compromiso con estas cosas, haga siempre ese balance: denuncie y apoye. No hay blancos ni negros.

Pero, hay un detalle adicional: el estado abstracto es ocupado por partidos políticos, que buscan administrar y participar de él como Gobierno o como oposición. Esto quiere decir, que el materia de derechos humanos (DDHH) tienen esas maquinarias, una responsabilidad ineluctable.

Por eso es triste ver como en el lenguaje de la propaganda no se encuentre siempre un compromiso al respecto. De hecho, las campañas a las que estamos acostumbrados (hueca y muy agresiva a ratos) no hace eco de una agenda a favor de los derechos humanos.

En este post 500, escrito a 19 meses de haber iniciado esta bitácora, quería traer a cuenta este tema porque en el 2009 tendremos elecciones presidenciales, municipales y legislativas; y porque hace un rato saqué un archivo de Revistas ECA de la UCA de la década de los ochenta y encontré un artículo (1988) del Jesuita Segundo Montes que aborda esa preocupación..

Montes señala que la violación de los derechos humanos es uno de los problemas que han sido objeto de observación, preocupación y condena en el proceso salvadoreño, de parte de organismos internacionales. Justamente, casi veinte años de haber escrito esa referencia puede suscribirse literalmente, pues la ONU, OEA y la UE han hecho señalamientos en ese sentido y de forma reiterada.


Tantos años, con avances importantes, El Salvador sigue en “rojo” la materia de DDHH.

El este artículo Montes –que fundó en 1975 el Socorro Jurídico en el Externado San José, y se atendía a las víctimas de la represión-- hizo un esfuerzo por identificar en las plataformas partidarias sus compromisos en este rubro. Creo que lo que hacía este jesuita era escarbar en la politiquería para encontrar indicios esperanzadores. Por eso creo que su esfuerzo se debe emular.

Él formula una idea del contexto: los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) son previos, y su violación dio origen a la insurgencia (el escribía en el contexto de la guerra) y al incremento de la represión. Me gusta esa premisa, pero no es trasladable al contexto actual de forma automática, pues ha variado después de dos décadas. Sin embargo, hoy persiste la violación a los DESC, aunque no hay insurgencia ni existe una represión como la de entonces. Existe una tendencia a ejercer el poder a mano dura y arbitraria. Es diferente, pero esto debe ser la base del análisis para pensar en ligar una plataforma política a los derechos humanos de cara al 2009.

Uno de los hallazgos encontrados en las plataformas (elecciones de 1988) es que en plena guerra, para estos partidos (ARENA, PDC y CD) la Fuerza Armada no representaba un problema relevante a pesar que era la que principalmente violaba derechos humanos, así como no les estorbaba el actuar de los cuerpos de seguridad. Montes se lo trataba de explicar a si mismo de esta forma “Tal vez no pueda abordarse en la campaña un problema de esta índole, para no irritar a un sector dotado de un gran poder de ipso: pero eso mismo indica la debilidad de la democracia salvadoreña”. Un año después (1989), Segundo Montes no estaba equivocado, fue asesinado por un Batallón de la Fuerza Armada, con tiro de gracia incluido, su asesinato y el de sus compañeros sigue impune (asesinato de los seis jesuitas y sus dos colaboradoras).

Me alegra mucho el ánimo del jesuita –hoy víctima-- cuando en medio de su artículo constata y critica a los partidos por su falta de lectura ante lo evidente: el asesinato, la desaparición y la injusticia. Sin duda, es un aspecto que sigue ausente en las plataformas de los últimos años y que espero que cambie.

Hoy aparece otro jesuita (J. M. Tojeira) en EDH hablando sobre el tema que Montes dejó ya planteado, la búsqueda de la verdad y la justicia:

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_entrevista.asp?idCat=6342&idArt=1811255

Para que las próximas elecciones sean una verdadera fiesta cívica, estos políticos deben hacer su diagnóstico sobre los derechos humanos y en sus plataformas destacar qué harán para promoverlos y respetarlos. Colocaría yo en un plano relevante el tema del acceso a la justicia por hechos del pasado. Si es así, me voy de pachanga también.

Comentarios

Poco que añadir salvo que desde que la venturosa irrupción de los DDHH, especialmente con la Declaración Universal de 1948, éstos debieran ser el norte de toda política y de toda economía.

Felicitaciones. Quinientos, creo que llevo yo como 129 o así.
ixquic* dijo…
"...éstos debieran ser el norte de toda política y de toda economía"

por supuesto.

El problema es que:

o son mal entendidos
o se incorporan al discurso inútil
o se les reconoce validez pero se les niega eficacia.

Si son 500 en un año seis meses. Ha sio excesivo y lo sé.

No sé porqué soy tan impulsiva para escribir cada noche, ¡no lo sé!
JC dijo…
Felicitaciones, "impulsiva"
Aldebarán dijo…
Quinientas entradas reflejan bastante trabajo en este camino.

Ánimo.
Aldebarán dijo…
Gracias por el enlace a la entrevista. De no ser por vos, no me entero.
Y se suelen defender en los sistemas democráticos más avanzados los DDHH de sus miembros importando bien poco los de quienes no lo son.

Me parece admirable, lo de tus 500, para nada excesivo porque escribir nunca es malo.

Te voy a enlazar para poder venir por aquí más fácil.

Saludos.