La democracia a palos


No hay tal año de paz social como Saca dijo al iniciar este 2007. Uno puede estar tranquilo y de repente, un disturbio por aquí o por allá. Expresarse esta muy bien siempre que se haga dentro de los limites establecidos por la Constitución. Golpear no se vale, es ilegal además.
Qué puede conducir a traspasar ese límite? seas poblador, policía, periodista... Hoy por la mañana en el marco de las protestas por el relleno de basura de Cutumay Camones salió lesionado un foto periodista de LPG y un reportero del Canal 21. Cinco agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO).
Al fotógrafo lo ayudo la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos pero eso le valió daños en el vehículo. De nada sirve atacar medios! independientemente de su opinión, las protestas no son violentas! Claro, el problema es que hay ánimos caldeados debido a la incertidumbre, llevan días en esto y ningún momento se soluciona.
Luego la UMO agredió a un periodista de canal 21 quien está hospitalizado en Zacamil ya que le dieron las múltiples lesiones en el tórax. Esto es un uso arbitrario de la fuerza, aunque la UMO sea "la plena fuerza del Estado" eso no quiere decir que todo acto violento no se justifique. Vi el video y lo gravé y el abuso es claro, el periodista estaba plenamente identificado.
Acá en San Salvador la plenaria legislativa se suspendió ¿porqué? por la agresividad del público que asistió al salón azul golpeó con botellas de plástico las butacas y los vidrio por el que los ciudadamos observamos la labor parlamentaria. Cuando hay labor de incidencia hacer presencia en la plenaria es importante, pero hay que ser creativo y no agresivos! gritando y golpeando vidrios ¿que obtenemos? nada! hoy solo consiguieron retrasar una decisión que está tomada.
bien vamos...ja!

Comentarios

Anónimo dijo…
Es un hecho condenable, lo ocurrido ayer en el cantón Cutumay Camones. En verdad, cabrea, el descaro con que la UMO llevó a cabo un vergonzoso "procedimiento policial". Si ni siquiera respetan, a periodistas debidamente identificados, mucho menos lo van a hacer, con el ciudadano de a pie. Sin lugar a dudas, ésto le va a traer grandes costos políticos, a una, cada vez más, desprestigiada institución policial.
El periodista agredido del 21, Alex Nolasco, fue mi compañero de colegio durante la infancia. Es lamentable, pues, los riesgos a los que se exponen los comunicadores. No solamente corren peligro, de que les caiga alguna "piedra perdida", sino también, a que las "autoridades" les irrespeten sus derechos, mientras se ganan el "pan de cada día". Da rabia...
Cualquier acto de violencia, en contra de los periodistas y trabajadores de la prensa, es una violación a la libertad de expresión. Espero, que la Justicia siente un precedente, para que estos hechos no se repitan (aunque está difícil).