Partidos políticos democráticos II


Todos dirán que sus partidos son democráticos porque la democracia es su vocación y argumentarán que bla, bla.

Vistos desde dentro, los partidos políticos son organizaciones, estructuras, mini sistemas, tienen una lógica interna, una dinámica de poder para alcanzar el Poder. Cuando adoptan decisiones pesan sus dinámicas e intereses más supremos, pese a que se suele enmarcar la acción en sus estatutos y los valores e ideas que profesan, entre ellos, la democracia.

Los Partidos tienen también una lógica externa que se concreta en distintos escenarios: Gobierno, legislatura y en la organización electoral. En El Salvador además el espectro se amplía a otros espacios: Ministerio Público, Corte Suprema de Justicia, Corte de Cuentas.

Estas dimensiones deben estar claras para los militantes, simpatizantes y electores.

¿Deben ser democráticos o no?

Punto A: La democracia interna en el partido divide, desgasta, debilita. ¡no se puede! cuando un partido se abre comienzan los ataques y expulsiones y el adversario aprovecha. Ciertamente existe la convicción que la democracia interna no garantiza el éxito en las elecciones, porque para eso es imprescindible tener disciplina y cohesión, unidad y homogeneidad ante el electorado.

El punto A, parece muy práctico sobre todo si se quiere maximizar los beneficios en las urnas aunque se deje de lado la transparencia de procedimientos, la opinión de los militantes, con que cara luego un partido anda reclamado pluralidad en otras cosas y la ¿coherencia?

El fin, pues, es diferente de los medios.

Pero con todo, no se puede negar que los Partidos son importantísimos, como gobierno y como oposición. Y por eso, merecen ser focos de atención.

El año pasado escribí un post sobre la democracia interna en ARENA:http://ixquic.blogspot.com/2007/01/partidos-polticos-democrticos-i.html tomando como referencia, la idea que estas estructuras son oligárquicas, típica cualidad de los partidos de masas del siglo pasado, y que a la fecha persiste en otras clases de partidos. ¿porqué no se puede democratizar a estas organizaciones?

En términos reales, todo partido necesita estabilidad y permanencia en el tiempo, o muere. Cada partido nace a partir de clivajes determinados, esto es, a partir de rupturas sociales determinadas frente a las que responden (izquierda/ derecha, republicanos/ demócratas; empresarios/ obreros; Agricultores/ banqueros). A pesar de eso, suelen abarcar otros distintivos y por eso van recogiendo las demandas sociales que salen al paso. Ejemplos: "Lo social", "Gobierno verde", "Antiterrorismo", "mujeres" etc. Terminan asumiendo en su discurso, en sus programas y están al día con la demanda. Así por ejemplo, han sido hábiles los Areneros al mostrar su buena voluntad con una posible precandidatura de la Vicepresidenta, lo que podría contra restar la simpatía por el candidato de oposición, pues el voto femenino cuenta. Al menos para balancear la opinión pública el día de los anuncios... Claro, por eso jamás pensaría que ARENA tiene una visión de género justa, que coloque las necesidades propias de hombres y mujeres y elabore programas que responda a eso. Y mucho menos pensaría que sus bases femeninas sean las que definan esa candidatura y el COENA lo acepte.

En el post anterior, manifesté que la fórmula de competición del FMLN no me gusta, como tampoco me gustó la anterior, y no me ha gustado la de nadie, la única vez que me entusiasmé fue con Ruben Zamora, dado el síndrome eufórico pos conflicto. Lo cierto es que son las cúpulas de los partidos las que deciden y le colocan a la ciudadanía las cartas y sobre eso --que es legal-- uno debe asumir el papel que corresponde y de manera responsable.

Si por ahora existe una designación poco democrática, esta es generada por la presión electoral y eso conduce a que las cosas pasen de esta manera, lo importante es ganar. Se sacrifica la democracia interna de la vida intrapartidaria, en favor de tejer estrategias sólidas de competición externa: candidaturas, planificación de actividades, campañas, recolección de fondos, marketing. Y las bases, deben confiar en lo que sus cúpulas deciden, los incentivos se verán cuando se gane o se conserve el poder.

Punto B. La democracia al interior de un partido debe partir de la aceptación de principios del sistema político en el que actúan: democracia, es decir,contar con pluralismo, ejercicio de la libertad de expresión y la libertad de elección para sus militantes. Esto implica mayor participación en la toma de decisiones, entre otras cosas.

Lo que no se aprende en casa, menos en la calle.

Comentarios

Anónimo dijo…
Si te fijas, en la mayoría de los partidos hay cierto miedo al pluralismo.

Todos apelan a la importancia de las bases, pero las bases son en gran medida un coro pasivo que canta lo que le dice la dirección.

Nuestros partidos tienen un grado muy bajo de democracia interna.