Pero también, habían otras opciones, y así surgieron grupos de seguridad privados, como los paramiliatres, escuadrones y otros; estos fueron la aberración y deformación de esto, lo que constituye un antecedente negativo para ese rubro, tenían clientes cafetaleros que les financiaban.
Después de la guerra, hubo desarrollo de la seguridad privada a mayor escala y hasta profesionalización, es un sector qu ese formalizó. Y esto tiene una obvia explicación en la débil respuesta del Estado a la demanda de seguridad de la sociedad salvadoreña.
Por desgracia, la creación de una nueva Policía no bastó para hacer frente al crimen, tampoco la PNC se propuso mantener los niveles de confianza y credibilidad que se generaron tras su alumbramiento. Esto abrió campo a la acción privada. Podría ser curiosa esta lógica si los empresarios son parte del problema –porque son también funcionarios—y a la vez ofrecen particular mente y una solución.
Lo que parece paradójico es que en medio de tanto crimen la PNC debería ser ya un gran David (pienso en la estatua de Miguel Ángel) joven, grande y fuerte. Pero no! sólo su tamaño: el número de agentes privados sobre pase al numero que conforma el cuerpo policial en su conjunto. Y de remate, es la PNC la que --a pesar de su desventaja de cuerpo-- le corresponde realizar el control del funcionamiento de las primeras.
Independientemente de estar a favor o no, es un hecho que ya lleva rato operando y que ofrece una respuesta alternativa que por ahora, el Estado no ha sido capaz o suficiente para satisfacer. Y además es una tendencia regional este incremento de éste rubro comercial, lo que va aparejado al comercio licito e ilícito de armas de nuestro países.
Hay sin embargo, preocupaciones fundadas. Un politólogo lo externaba en una plática, según él, el tema de los controles de las operaciones de estas empresas y la poca atención que se le ha dado al tema, es un asunto de preocupación.
Encontré un estudio de la Fundación Arias de 2003 y aunque parece limitadísimo y fue hecho hace 4 años (es en realidad, un estudio exploratorio), pero útil porque nadie más se ha metido de lleno a esto (al menos de lo que busqué, si lo hay avisar!).
Según el mentado estudio estas agencias brindan 4 servicios: Agencias de Seguridad Privada, asociaciones de vigilantes, agencias de investigación privada y los servicios de protección patrimonial. Hasta el 2003 hay caso trescientas registradas en la PNC (295). En ese año ya habían 20, 643 agentes privados! Lo que quiere decir que ahora hay más.
Al parecer en este negocio existe un porcentaje de militares, políticos y ex funcionarios como empresarios. Según una publicación del 18 de marzo de 2001 (citada en ese estudio) "El registro de comercio reporta que militares, con rango que oscila desde teniente hasta coronel, se encuentran involucrados en un total de 33 empresas. Entre los funcionarios y ex funcionarios públicos se reporta al ex director del Cuerpo de Agentes Metropolitanos quien ahora es Inspector General de Centro Penales" (y que ahora es Director de Centros Penales) "ex jefes de narcóticos de la PNC, el director de la PNC y hasta así como un ex-diputado del FMLN". ¿Interesante no? (esto de las sociedades anónimas .....)
Alguna agencias tienen fuertes vínculos con la banca, como SERSAPROSA: y se puede ver : http://www.sersaprosa.com/?art=1005
Este estudio además señala, a partir de la percepción de un jefe policial, que la mayoría de personas que laboran en el sector son hombres jóvenes (aunque hay mujeres) y que las agencias prefieren a ex guerrilleros y ex guardias porque así se ahorran el costo de prepararlos.
Pero no podía creer cuando leí que la PNC no tiene un inventario sobre el equipo que los servicios privados tienen, en efecto pues, al 2003 no había de verdad control. Entonces si, tiene razón el señor politólogo hay que preocuparse!
Leía esto:
http://www.revistazo.com/12_04/seguridad_privada_ca.pdf
mañana o pasado me meto en la parte legal. Esto, así como se ve, es un reto más que debe asumir la policía...
tengo sueño ...
Comentarios
Pensé que estos vigilantes portan armas y pueden hacer uso de ellas. Me cuestioné de su profesionalidad, de su sangre fría ante algún supuesto peligro. No pude averiguar que régimen legal tenían sus acciones. En caso de muerte causada por uno de ellos, cuál sería la nominación del delito.
En todo caso concluí que el Estado salvadoreño no asumía su obligación de brindarle a la población el mínimo de seguridad. Los mismos vigilantes eran una amenaza permanente.
Con tu artículo tocás un problema muy importante. Otra más. Te felicito.
Pero hombre, es que el Estado tiene muchas otras responsabilidades que son prioritarias y que simplemente no dejan recursos para un detalle tal como pueda ser la seguridad.
me imagino la impresión que esto causa al llegar al país, me lo han dicho muchas veces. Las casas y colonias amuralladas, vigilantes privados en cada puerta comercial, gente con guardaespaldas y muchos portando armas.
Y pintas las cosas tal como son.
y hay problemas --como ya lo apunte-- de control de sus actividades.
preparo un post que aborda tus dudas.
Finalmente, el Estado falla en lo esencial que es la seguridad, esto es crítico.
Porque además de los recursos que faltan y que se destinan a muchas cosas (cuya prioridad es cuestionable y allí cada loco con su tema); está el tema de la mala designación de administradores o gerencistas de polícticas públicas u otras competencias como la Fiscalía, la poca capacidad para elaborar planes, depuraciones, acciones preventivas, reformas legales atinadas etc.......
Si, la percepción que tenés es correcta.