límites y remiendos: ¿dónde queda la libertad?


En 1994 el Alcalde de San Salvador, Mario Valiente de ARENA emitió junto a su consejo la ORDENANZA REGULADORA DE MARCHAS Yo MANIFESTACIONES CELEBRADAS EN CALLES, AVENIDAS Y ACERAS DE LA CIUDAD DE SAN SALVADOR. Este cuerpo de normas establecía algunas prohibiciones, siendo la más relevante (y que daba risa) las realización de marchas y manifestaciones sólo los días sábados por la tarde, domingos y días festivos.

En ese momento esto generó un debate interesante y en plena posguerra, yo estaba en primer año de derecho y totalmente entusiasmada con esto.

Esta ordenanza se emite a pesar que el Art. 7 de la Constitución (Cn)es amplio “los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y a reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito.” El punto de quiebre de la armonía de las normas era el siguiente:

Las normas tienen jerarquía, de mayor a menor: la Constitución esta por encima de todo, le siguen los tratados y luego la ley y finalmente los reglamentos. Si una norma de rango inferior a la Cn la contradice, es nula y punto (es lo que los abogados llamamos inconstitucionalidad). En el caso de esta ordenanza estaba claro, pues un derecho constitucional ¡estaba siendo limitado por un tristemente célebre y fútil reglamento municipal !
El caso fue sometido, por Rubén Zamora, ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en un recurso de inconstitucionalidad y ésta hace un razonamiento interesante desde la óptica del ejercicio de la libertad (jurídica) que comprende: obrar para cumplir las obligaciones, no hacer lo prohibido, y hacer o no hacer lo que no está ni prohibido ni mandado (ver artículo 8 Cn "Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo que ella no prohibe"). De ahí que cada cual puede manifestarse cuando se le pegue la regalada gana, respetando las condiciones de la misma norma suprema: “pacíficamente” “sin armas” “sobre cualquier hecho licito”

De hecho, sin ánimo de aburrir con razonamientos legales, hay otro artículo (246 de la Cn) que claramente señala que los principios, derechos y obligaciones establecidos por esta Constitución no pueden ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio. La Constitución prevalecerá sobre todas las leyes y reglamentos. Esto es la base de todo, es muy valioso, si se cree en los derechos humanos (y constitucionales) y si son defendidos sin pasión y sin ideología.

Al debate, la Corte contribuyó y dijo que sólo la legislatura puede regular este derecho (a través de leyes) siempre que no se vulnere la Constitución y agrega que "que la libertad de reunión no es un derecho absoluto, y que las regulaciones al ejercicio de tal derecho servirían además, para coordinar los intereses de los individuos, con los intereses de la sociedad en general, protegiendo sus bienes y derechos, tales como la propiedad de libre comercio, el tránsito, las plazas, monumentos cívicos y otros." (...). La CSJ anuló (inconstitucionalidad declarada) el reglamento.

Con la reforma penal de 1998 se limitó este derecho respetando el límite jerárquico explicado así:
"Los que actuando en grupo y con el fin de atentar contra la paz pública alteraren el orden público, obstaculizando las vías públicas o los accesos a las mismas o invadieren instalaciones o edificios a fin de provocar desórdenes públicos serán sancionados con prisión de dos a cuatro años" (art. el 248 Código Penal)
Se trata de acciones que no tienen un fin lícito si se observa y está dentro del parámetro de la razonabilidad. Esta ley vigente es al que debió aplicársela a la gente detenida en Suchitoto y a los vendedores que han infringido este y otros delitos (como el de daños a la propiedad privada)

Hasta aquí lo razonable. Avanzar significa meterme en el absurdo.
fuente http://jurisprudencia.gob.sv/exploiis/.%5Cindice.asp?nBD=1&nDoc=3184&nItem=3186&nModo=1


El absurdo



Hablé antes, de la razonabilidad que implica limitar un derecho constitucional, como la libre expresión, reunión o manifestación. Derecho limitado ya por el Código Penal y que Saca desea –ansiosamente- limitar aún más y que se le llegue a unos 15 años (de 4 a 15, ponga ojo), así mantiene a raya a la gente que le quiere entrar a desarmar la Ley contra actos de terrorismo por inaplicable e inconstitucional en algunas de sus partes. Ya tienen hecho un Código nuevo y sigue con la idea de reformas: esto es de cerebro de remiendo!
Es claro que hago libremente lo que se da en gana, respetando la ley y los derechos de los demás. Contrario sensu, debo aceptar las consecuencias.N

Nota* sí, tengo un hoyo en la maya, eso pasa al bailar ¿y qué?

Comentarios

Anónimo dijo…
La verdad sea dicha, no veo porque limitar las manifestaciones a sabados y domingos seria algo de risa. Personalmente, preferiria que los que se manifiesten lo hicieran esos dias, para que los peligros de obstaculizacion al trafico y otros problemas derivados se minimizaran.
Por supuesto, entiendo tus puntos y se que prohibirlo sea ilegal y peligroso para la libertad de expresion.
Ese es el precio que tenemos que pagar si se quiere vivir en democracia y con libertades.

Saludos Ixquic con traje agujereado de tanto bailar! :)
El-Visitador dijo…
«"Los que actuando en grupo y con el fin de atentar contra la paz pública alteraren el orden público, obstaculizando las vías públicas o los accesos a las mismas o invadieren instalaciones o edificios a fin de provocar desórdenes públicos serán sancionados con prisión de dos a cuatro años" (art. el 248 Código Penal)»

Cuatro años, quince años, ¿qué más dá?

Mientras se retire de circulación a los psicópatas armados de piedras y palos que queman, destruyen, obstaculizan, y lesionan a quienes nos protejen y nos cuidan, lo importante es que se está protegiendo la paz ciudadana.

Ojalá los metan presos cuatro años a los violentos. Si quince, mejor.
ixquic* dijo…
SS, decía que me daba risa porque desde el punto de vista legal es absurdo ¿quien se daría cuenta de tu manifestación en esos términos?

Vaya es como que te diga que tienen libertad de escoger bienes en mercanos monopólicos.

Entiendo, que muchas manifestaciones mal conducidas, mal comunicadas y sin objeto se realizan y al final uno ya ni cree y si eso te obstaculiza, pues de cólera. Pero no todo es así.

EV:

Ahora EDH dice que ARENA piensa en 9 años para la reforma. Lo que sucede con las penas es que deben ser proporcionales al daño que se comete.

es es lo que más da. Eso es lo que corresponde porque las penas se rigen por ese principio de proporcionalidad.

Más allá de las penas, lo que a tí y a mí nos debe importar es que existan investigaciones y sanciones y que se apliquen las leyes correctamente a quienes:

se manifiesten sin objeto lícito, de manera violenta, causen daño, obstruyan el paso, y esten armados.

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Alguien rechazaría o penalizaría las marchas por la paz, después del 11 M en España?

Fueron las marchas blancas de los médicos violentas?
ixquic* dijo…
ahh y que bueno tenerlos acá de nuevo a ambos.
Anónimo dijo…
Lo malo en ese camino de no hacer distinciones entre lo que es terrorismo y vandalismo puro y simple, por ejemplo, es que así vamos volando a caer en la misma situación que llevó a la guerra. Eso, además de llevarse entre las patas la libertad de expresión, le sirve en bandeja de plata lo que quiere la gente más extremista de la izquierda. De acuerdo, no somos Suecia pero tampoco tenemos porque ser de nuevo El Salvador 1970.
Digo, ¿no?.
ixquic* dijo…
Lear, dices bien.

Hay que hacer el paralelo y recoger lecciones pasadas, es correcto. Pero hay que destacar las distancias.

Que pasó antes? hubo fraude electoral, la gente se manifestaba en la plaza del centro y reprimen, bueno, masacran a la gente. Luego se lava la sangre. Un régimen autoritario, un presidente militar..

Hoy, en otro régimen, imperfecto e incierto (porque a saber para dónde carajo vamos) hoy hay cosas que antes no.

Lo ganado si que se puede tirar`por la borda.

Ya está dicho en reiteradas veces: ARENA esta jodiendo las instituciones y reglas que un día va a necesitar.

y la izquierda, cuestiona ciegamente y no apoya a la institucionalidad que tambien necesitará algun día si llega al poder.

Esto es un Frankenstein que les va a reventar a ambos. Por brutos.

ni martirios, ni agresores. Puras bayuncadas.


Eso, además de llevarse entre las patas la libertad de expresión, le sirve en bandeja de plata lo que quiere la gente más extremista de la izquierda. De acuerdo, no somos Suecia pero tampoco tenemos porque ser de nuevo El Salvador 1970.
Digo, ¿no?.
ixquic* dijo…
el último párrafo va entrecomillado. y lo iba a comentar, se me fue!

Saludos, Lear
Jorge Ávalos dijo…
Creo que el tema de interés nacional en esta discusión es el agujero en la maya de Ixquic. No, mentira, estoy bromeando.

Bueno yo he estado tratando de argumentar en los últimos días en mi blog que lo que hay que discutir son las leyes, de hecho, que hay que defender los principios de la Constitución a toda costa y la institucionalidad. Parece que no he sido muy efectivo, no saben cuántos comentarios con insultos he recibido, así que me alegro que tú si hayas logrado una discusión en torno al tema.

Yo creo en el derecho de protestar, pero aquí en El Salvador ya no se comprende por qué se protesta: no es, no debería de ser para desestabilizar, sino para presionar y por medio de esa expresión de sentimientos ciudadanos provocar cambios. En otros países las expresiones masivas de repudio a una ley o a la falta de una ley logran cambios porque la protesta suele ser acompañada de una fuerte labor de cabildeo en la Asamblea o el Senado.

En los Estados Unidos las leyes por obstaculizar una calle o la entrada a un edificio durante una manifestación no son tan fuertes, acaso una noche de cárcel mientra la persona es procesada y luego una multa. Porque a veces obstaculizar una calle es la expresión de protesta: los manifestantes hacen algo que Thoureau llamó "desobediencia civil", se dejan arrestar y llevar a la cárcel. A veces, incluso, los manifestantes alertan a la policía que desobedecerán la ley, para que los policías lleguen preparados con esposas de plástico y buses para transportar a los arrestados.

Por otro lado, he visto terrorismo en los Estados Unidos. Los que protestan contra las clínicas donde se realizan abortos, que es legal en ese país, han puesto bombas y han asesinado a doctores que trabajan en esas clínicas. Eso es terrorismo. Obstaculizar una calle, no. Ahora bien, sacar un palo y tirarle una piedra a un policía no es terrorismo: es una provocación deliberada para incrementar el grado de enfrentamiento; si la policía reacciona con violencia, se denunciará a raíz de eso la "violencia de Estado". La PNC no debería jugar ese juego. Su papel es servir y proteger a la ciudadanía y preservar el cumplimiento de las leyes

Especulación: Me pregunto qué pasaría si en lugar de disfraces tipo Star Wars y armas con balas de goma, la policía fuera a las protestas en blue jeans y camisetas blancas y con cámaras. Y si los protestantes sacaran armas, click. Y ya. ¿Qué manifestante se atrevería a iniciar una confrontación violenta bajo esos términos? Sólo los que buscan generar violencia, imagino.
Anónimo dijo…
Hay que saber diferenciar los distintos grados de violencia y su correspondiente sanción. El conflicto es una parte natural de la vida política, incluso ahí donde no nos gusta. La huelga, por ejemplo, es una forma de violencia, de presión negociadora, que la ley admite y regula.

Esta ley, la antiterrorista, lo que persigue es expulsar a la "política" de la calle y dejar sin espacio de expresión y de movilización a la izquierda.

Es una forma de judicializar formas de reunión y de expresión que aun siendo violentas no constituyen un delito de terrorismo.

Esa definición extrema, que define como terrorista a un manifestante armado con un palo,lo que busca es (con miras a las próximas) imputarle al Frente una orientación terrorista. Todos sabemos, aunque el Frente no nos guste, que dicha organización apuesta ahora por una fachada más moderada (sabe que la radicalidad violenta ahuyenta a cierto sector del electorado).
El-Visitador dijo…
Quien salga a la calle a manifestar y se abstenga de tirar piedras y palos a quienes sirven y protejen no tiene nada que temer.

Quien salga a la calle a destruir propiedad pública y privada y a agredir civiles... es un terrorista. A la cárcel con sus huesos.
Anónimo dijo…
Lo siento visitador,pero no. Hay que mantener una escala de la violencia. De lo contrario cualquier agresión a bienes públicos o privados o a funcionarios o civiles, por mínima que sea, podría ser tildada de terrorismo.

Si vos queres darle un uso emotivo y propagandistico al termino, sos libre de hacerlo, pero lo harás a costa de atropellar las distinciones juridicas y de diluir acepciones como la de vandalismo que ya la ley contempla para sancionar ciertas formas de violencia.
ixquic* dijo…
EV:
"...es un terrorista"

no me des ejemplos de terrorista. Dame un concepto.

Algunas de las carácteristicas del terrorismo como fenómeno delictivo que afecta los derechos humanos:

1. Que sea con motivación política

2. Que sus efectos sean similares a los delitos de lesahumanidad

3. Que sean actos "relevantes" o trascendentales, que causen una gran conmoción o afectación social.

A parte, a mi me moslesta cuando alguien le hace burla a este país por la supuesta guerra de fútbol porque nos hace quedar como gente poco pensante (retrogrado).

y no imagino a gente de otros lugares riéndose de nosotros al enterarse que en El Salvador, son terroristas los que tiran palos y piedras mientras que en el medio oriente el terrorismo tiene claridad de identidad, objetivos y procedimiento.
ixquic* dijo…
Solavá, ayer estaba contestando tu comentario y se me borró. Mi agujero en la maya es remendable, pero la cabeza de los que nos conducen ...mmmmm a saber.

hacés una reflexión muy interesante.
Anónimo dijo…
Ixquic:

Lo de la guerra del futbol dudo que nos lo quiten de encima en muchos años. Un amigo mío, al que le gusta la ropa rara, hace poco andaba luciendo una camiseta
con un estampado grande que decía, más o menos: El Salvador y Honduras, La guerra del futbol. La camiseta era de marca.