La Cayetana

Hoy --en medio de una conversación-- me remití a un caso sucedido en San Vicente, el 28 de noviembre de 1974 (yo tenía un año de vida). Se trata de la masacre de ocho campesinos en La Cayetana. Este hecho es uno de 39 más que sucedieron en ese departamento y que dejaron varios cientos de personas asesinadas de manera injusta. Eran campesinos organizados y desarmados al momento de su asesinato.
Para la comunidad vicentina, esta masacre es muy significativa porque fue (quizá) la primera y porque las víctimas fueron muy importantes para ellos tanto que cada año se les recuerda en un acto conmemorativo, en el que se honra sus memorias. He tenido la gran fortuna de participar, hacer imágenes, dar algunas palabras pero sobre todo de aprender con ellos a transitar de lo doloroso (para ellos por ser las víctimas) --impresionante y deprimente para mí-- a lo esperanzador.
Las conmemoraciones no son tristes, son alegres y llega mucha gente. El lugar es medianamente
alto, cerca de las faldas del volcán "Chichontepec", desde allí se ve la playa y las lomas verdes preciosas. Hay una sensación de mucha paz.
¿Qué pasó en La Cayetana?
Ese día sonó un cañón calibre 51, señal que había un operativo en la zona. La mayoría de hombres corrieron a esconderse a las faldas del volcán, que curiosamente tiene la forma de cuerpo de mujer, y así muchos se protegieron. Sin embargo, Benedicto Morataya, Jesús Morataya, Diego de Jesús Hernández, Miguel Rodríguez, Hernán Hernández Belloso, Jorge García Alfaro, Fernando Panameño y Felix Amdeo Morataya ( esos son los nombres que recogí y pueden no ser exactos) fueron asesinados y torturados. Sus cuerpos aparecieron en un lugar conocido como Las Cañas, los cuerpos tenían señales de tortura.
Una señora me contó que aquella gente y su comunidad durante los años setenta luchaban por la tierra, que los masacrados eran los líderes y habían formado una cooperativa. Con anterioridad habían mantenido una relación pacifica con los dueños de las tierras a través de un arrendamiento (pago en especies, etc) pero los terratenientes ya no querían arrendarlas porque querían sembrar algodón y necesitaban contratarlos en otros términos. Ellos no querían y así nació la acción social que llegó a molestar o incomodar.
Esta gente fue seguida, identificada y cercada ese día nefasto. La amable señora contó que le dispararon a uno de ellos y cayó al suelo, muerto. Su padre se indignó y discutió y lo mataron también a la madre la dejaron viva. A los demás los torturaron, los hicieron picadillo y dejaron los cuerpos en costales y otros expuestos.

El asunto llegó hasta San Salvador, en la Asamblea Legislativa el diputado Dr. Julio Alfredo Samayoa el 29 de noviembre dijo: "Entre las tres y cuatro de la tarde, contigentes de Guardias y Policías Nacionales, estos últimos vestidos de paisano, fuertemente armados y a bordo de varios vehículos particulares y nacionales, llegaron al caserío "La Cayetana", en el cantón León Piedra, Jurisdicción de San Vicente, haciendo disparos con sus armas de fuego y sembrando el terror entre campesinos, que a esa hora empezaban a regresar a sus hogares después de terminar sus labores agrícolas cotidianas".
(...)
"Mientras otros, que no tuvieron mejor suerte, cuando regresaron de acarrear café en sus carretas, al darse cuenta del cuadro de terror y el peligro en que corrían sus vidas corrieron a refugiarse a ranchos cercanos, donde se dice, fueron ametrallados, muriendo al instante, algunos de los cuales fueron destrozados a machetazos y sus restos introducidos en unos costales (...)"
El diputado narró lo sucedido con el objeto de que el órgano de estado solicitara un informe al Ministro de la Defensa Nacional. Tras una brevísima y acalorada discusión el Partido de Conciliación Nacional (PCN) voto en contra de la moción.
El artículo de la UCA dice que el Ministerio de Defensa emitió un comunicado el 30 de noviembre en el que ¡reconoció los hechos!. El comunicado fue publicado en la prensa local y allí se reconoce la participación de la Guardia y Policía Nacional, y los muertos. Ese comunicado habla de "delincuentes" y de una emboscada, mientras el diputado Samayoa narró otra cosa. El artículo pregunta entonces ¿qué fue lo que pasó? Por otra parte se rumoró de gente que estaba presa y fue el Socorro Jurídico de la Asociación de Estudiantes de Derecho AED quienes interpusieron una exhibición personal.
Hubo expresiones de rechazo muy interesantes:
Cuento de manera breve algo que debería ser amplio, público y reconocido. Yo me enteré de estos detalles hace un par de años y creo que como sociedad nos debemos estos testimonios.
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Fuente: Recopilación de artículos de ECA nov. dic. 1974. p. 804
Entrevista con familiares de víctimas.
Nota: Debía ser más largo, debo dormir.

Comentarios

Anónimo dijo…
Decía alguien, hace poco, que debíamos recordar también a Roberto Poma y tiene razón.

El rostro y la tragedia de Poma se pueden recuperar, tienen un perfil preciso. Las masacres, sin embargo,se llevaron por delante un montón de rostros y de nombres que a uno se le desmigajan entre las manos ¿qué nombre tenía el marido de Rufina Amaya? ¿qué nombres tenían sus hijos? No lo sé. Si no me falla la memoria el marido de Rufina era ciego. Un ciego del cual pocos recuerdan el nombre y muy pocos evocan el rostro.

Quienes nos reprochan que recordemos estos sucesos, olvidan que estos sucesos, en su cruda y sádica iconografía,fueron llevados a cabo precisamente para que se conservaran en la memoria del miedo durante generaciones. Los hijos de los hijos de quienes vivieron el 32 han heredado imagenes que nunca vieron y eso forma parte de su conciencia ciudadana. En fondo de todo ciudadano salvadoreño hay un pozo de miedo hacia los cuerpos de seguridad del Estado.

Podríamos hablar de un trauma colectivo.

A estas alturas ya no se trata sólo de condenar ética o legalmente los hechos, sino de comprender lo que pasó.

Las masacres eran una técnica de control. Un método que había sido probado en otros conflictos. La tortura no era un simple acto de sadismo, era un criterio de trato al enemigo (para obtener información, para castigarlo y para mandarle un aviso a la ciudadania a través de los cuerpos mutilados).

Lo que hablamos lo ventila mucho la propaganda, pero hay que ir más allá y convertirlo en un tema de análisis más profundo. Se lo debemos a las víctimas.
ixquic* dijo…
Si, ese alguien tiene razón.

Yo creo que es un rompecabezas complejo, hay violeciones a derechos humanos cometidas en y por:

. civiles por parte de la FAES, cuerpos de seguridad y paramilitares.

. guerrilleros sometidos y desarmados asesinados por parte de la FAES, cuerpos de seguridad y paramilitares.

. violaciones cometidas por el FMLN en civiles (secuestros, asesinatos de Alcaldes)

.violaciones a derechos de la niñez por ambos (desapariciones, samulitos, niños soldados)

.violaciones cometidas por el FMLN en soldados sometidos y desarmados.

. violaciones --generalmente en forma de ejecusiónes extrajudiciales-- cometidas por estructuras de la guerrilla contra su miembros.

La información disponible sobre los secuestros a empresarios la he leído, es importante. Pero hay hechos, de verdad y lo digo desde mi ignorancia y con humildad, que yo no conocía ni imaginaba. De los que he buscado la diponibilidad de información y no la hay o hay poca impresa y en documentos viejos, eso es lo que propuse rescatar y compartir.

Pero se que estoy en deuda y que no puedo ser parcial.

UFFF! tu dices cosas ciertas. La gente asesinada en masacres ha quedado sin rostro y a veces sin nombre.

La tarea es rescatar estas cosas.

La parte de la condena ética pasó ya y de forma hipócrita, y hay que ponerle razón y comprensión a esto.

como decís se lo debemos a esa gente,

Muy buen comentario,
Anónimo dijo…
Se dice a menudo que todavía carecemos de una distancia apropiada para hablar con más serenidad y más complejidad sobre las masacres de civiles en la guerra.

En 1968 hubo una masacre de civiles en Vietnam (la masacre de My Lai).Seis años después,en 1974, la universidad de Princeton publicó un librito "War and moral responsability" donde filosofos de prestigio como R.B. Brandt,R.M.Hare, Michael Walzer y Thomas Nagel reflexionaban sobre las complejas relaciones entre la ética y las acciones de guerra. El artículo de Nagel,War and Massacre,está traducido al español y puede leerse en su libro "Ensayos sobre la vida humana".

El rigor técnico con que filosofan no está reñido con la preocupación ciudadana.

Nosotros tenemos la preocupación ciudadana, pero veinte años después carecemos todavía de rigor filosófico para abordar la trágica historia reciente y la culpa de dicha carencia no es una simple cuestión de distancia temporal.

¿Qué nos falla? ¿Qué nos impide salir del pantanoso terreno de la propaganda de unos y de otros?
ixquic* dijo…
Hay que considerar algunas cosas:

1. El único documento que ha recogido información oficialmente es la Comisión de la Verdad y allí no se agota nuestra locura. Hay libros testimoniales, reportes de periodistas extrajeros, etc. La masacre de El Calabozo ha sido narrada ya en un libro. Pero aun así es insuficiente. Los sobrevivientes, los familiares, los testigos no son eternos y ellos --sólo ellos-- pueden contar qué pasó. Por eso urge.

2. Parte de la sociedad está contenida, por ese trauma colectivo de sobrevivir a un conflicto y eso se debe tratar, se debe razonar para bien. Una vez lo discutimos aquí con otras personas, y caí en la cuenta que sufrió el que combatió y el que no. el que le tocó una niñez singular a causa de la guerra, a quien le mataron a un familiar. Así también el que se tuvo que ir, haya regresado o no. No hay peor cosa que irse así. Se manejan sentimientos mal entendidos de culpa y no debería ser así. Adentro, afuera, guerrillero o soldado, civil, niño, adulto etc.

No importa, ese conflicto algo nos quitó (a unos más y a otros menos eso sí). Por ahora puedo decir que nos quitó mucho entendimiento.

Tomar distancia ideológica si es importante, eso sí, precisamente eso permitiría el debido razonamiento de las cosas del que vos hablás. Esto exige valentía además.

(buscaré la lectura y te cuento, gracias)
Anónimo dijo…
bueno: como recopilacion de datos esta interesante.
Anónimo dijo…
Curiosa esa actitud, la de ningunear el informe de la Comisión de la Verdad.

El Estado jamás habría recabado esa información, al contrario: su voluntad ha sido la de borrar u ocultar la información.

Se ningunea una fuente, cuando se dispone de otra mejor.´
ixquic* dijo…
"Curiosa esa actitud, la de ningunear el informe de la Comisión de la Verdad."

¿Te parece? El informe de esa Comisión es el único informe oficializado que hay. Y tuve claro lo de su corto alcance cuando estuve tomando testimonios y resutaba que esos casos no estaban en él.

Además, lo que sus miembros contaron hacerca de cómo tuvieron que reducir hechos y páginas (precisament epor presiòn del gob). Jon Cortina cuenta que así nació probúsqueda, él apoyaba a la Comisión y vio esas limitantes.

Claro, eso no desmerece el hecho que "El Estado jamás habría recabado esa información, al contrario: su voluntad ha sido la de borrar u ocultar la información."

Y la que falta ¿que se pierda?

"Se ningunea una fuente, cuando se dispone de otra mejor."

¿y quién lo hace?´ no, ese no era el punto. allá tú, de hecho la Comisión ha sido y será fuente para demanadar al Estado en la CIDH, en la Corte. Tambien se presntó ante el comite de desaparición forzada de la ONU, uf si te contara para lo que me ha servido.

Saludos,
ixquic* dijo…
¡ah!

a propósito. El mandato de la Comisión de la Verdad era sólo para 1980 a 1991, hechos del conflicto.

pero las estadísticas del Socorro Jurídico, por ejemplo, muestran que entre 1979 hubo un incremento en el accionar de escuadrones. Esos casos, fueron bateados por la Comisión o más bien por sus creadores.

La Masacre de La Cayetana, tampoco entra por esa Ratione temporis.

y hay otros hechos que si entraban pero los escondieron, y el caso Mayo Sibrian honrra semejante malicia.

y pues sí, eso es lo que hay que recoger. Hay gente que ya comenzó y que bueno que no se conforme con lo que hay, y que sigan buscando más.

(a penas y he recogido este testimonio, se han recogido más)
Anónimo dijo…
Por esta vez, y espero que no se repita muy seguido, te doy la razón
.....hasta cierto punto.
ixquic* dijo…
A ver, las críticas son útiles. Porque permite aclarar cosas que no se han dicho y se dan por sabidas (que es un error) o que una se entera de cosas que no sabía.

De hecho sentarse a escribir, además otras cosas, tiene sentido en el feedback. De ahí las ventajas de un blog.

Obviamente, no me siento en esta calle cibernauta a escuchar la aprobación de nadie porque la cosas que hago y digo las tengo muy claras. aunque, claro está me puedo equivocar.

Pero tu tendrás valor para mi, como persona que no comparte mis criterios, sólo en la medida que muestres los tuyos (criterios, fundamentos) en cada tema y los debatamos. Eso, es necesario y afortunado.

eres bienvenido.

*_*

Con estos temas, lo que posiblemente me ciegue es haber estado en exhumaciones, tomar testimonios, conocer gente que trabajó y apoyó con la Comisión, recibir solictudes de apoyo para defundir estos hechos, etc. y estudiar documentos, periódicos de la época.

una tiene convicciones, difíciles de desbaratar. Que la gente que visita este lugar ayude en su reflexión y razonamiento (porqué pasó lo que pasó) eso es valiosísimo y cuanda mayor diversidad de opinión exista mejor.
Luis Alvarenga dijo…
Gracias por detallar ese hecho, al cual se hace referencia como de paso, cuando se recuerdan los antecedentes de la guerra. Escalofriante tu relato. Gracias de nuevo.