*comience en el post anterior... y pinche las fotos para verlas en detalle..
En esta fotografía puede observarse cómo los detenidos fueron entregados a los hombres vestidos de civil, quienes finalmente se los llevan. En este caso, se contó con las evidencia fotográfica de la colaboración del Estado con estos grupos.
El seis de marzo de 1980 se decretó Estado de Sitio, lo cual suspendía el ejercicio de algunas libertades y concede al Estado poderes especiales, eso sí la suspención de garantías no implicaba la supresión o anulación del derecho a la vida. Lástimosamente, eso no se entendió.
En ese marco, el informe del Socorro Jurídico manifiesta que tampoco se podía defender judicialmente estas ilegalidades, quienes denunciaban se exponían a ser víctimas posteriores. Entre enero y febrero de ese año el Socorro J. contabilizó más de 400 muertes de personas que no participaban en combate.
En esta última foto puede observarse a la madre de Velásquez, durante la exhumación del cuerpo de su hijo, esto sucedió, apróximadamente, un mes después de los hechos.
El cuerpo fue sacado de un cementerio en Apopa, una muerte injusta. Una muerte a los 22 años de edad. Las fotos originales están a color, yo sólo poseo una copia y lamento no ofrecer mejores imágenes pero el libro original no lo tengo yo.
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Este vil asesinato, cometido con la complicidad de agentes del Estado sigue impune. Veo las fotos y los rostros y no puedo asumir que ya todo pasó. Hay gente que por defender el derecho de estas víctimas fue a su vez víctimizada. Esa gente dejó un precedente importante en la defensa de los derechos humanos en El Salvador.
Pero ellos no pasan de "moda", están del otro lado esperando ver en nosotros las flores que dejaron plantadas.
Comentarios
que parecen buscar nuestros ojos
en busca
de alguna forma de salvación
pienso que nos miran
antes de sumergirse en la oscuridad
Reten mi rostro,
parece decir Vinicio,
voy a sumergirme en la oscuridad
Y Manuel, parece abrumado
por el peso de lo que sucede.
Parece aceptar lo que vendrá
pero mira
y nos dice: reten mi rostro
antes de que baje a la oscuridad
Y aquello vino y se consumó.
Los padres de Manuel
reconocen su cuerpo.
Ahora Manuel tiene años
de ser un monton de huesos.
Pero antes de sumergirse
en la sombra
nos miró a la cara y nos dijo
reten mi rostro
y observa bien
lo que mis ojos dicen
porque eso te dejo: la mirada,
para que no baje a la oscuridad.
"la mirada,
para que no baje a la oscuridad"
es conmovedor...
Queremos la memoria.
A lucía Wainberg,
cuenta conmigo.
¿de qué copa,
maldita sea,
tenemos que beber?.
No queremos el vino
queremos la memoria,
queremos esa parte
de nosotros...
queremos eso
que es esencial
para los proscritos,
parientes nuestros
sí, los nuestros.
No importa
donde estés
de donde seas.
la memoria de
América latina
la queremos viva
para poder olvidar.
No queremos
circuncidar el olvido
queremos celebrar todos
la memoria
desde el Uruguay
hasta las más pequeñas
de las repúblicas
centroamericanas.
Queremos la memoria.
De esa copa queremos beber.
ya puestos a dejar poemas, te dejo el mio, sencillo pero sincero.
Esta es su casa y desde que la abrí he colocado rostros de víctimas y victimarios. De ayer y de hoy.
Aquí no hay espacio para el olvido.
eso sí, la mayor riqueza la dejan quienes comentan, leen y visitan.
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@Txamba: me estoy topando con la agradable sorpresa que eres un poeta consumado!! Tu poema es bonito y conmovedor
Y que hay con la otra parte?
No fueron vidas humanas tambien, injustamente sacrificadas?
Ernesto Regalado Dueñas.
Roberto Poma.
Mauricio Borgonovo Pohl.
Fujio Matsumoto.
Archibal Gardner Dunn.
Y muchos otros que fueron expiados, en base a un odio infundado.
La pregunta es quien tiró la primera piedra?
Ninguna muerte vale mas que la otra.
Pero es imperativo ser imparciales, pienso yo.
Piensas bien,
Saludos y ya hacían falta tus visitas,
La pregunta no es quién tiró la primera piedra, sino ¿Cómo debía responder un Estado de derecho a quien lanzó la primera piedra?
Había varias alternativas y se eligió el terrorismo de Estado: el secuestro,las masacres de civiles desarmados (el Mozote), el asesinato selectivo(Monseñor Romero), la tortura sistemática.
Tienes razón todas las vidas son iguales y hay que rescatar el dolor de todos. A eso nos obliga nuestra conciencia ética.
Si elegimos una perspectiva fría, analítica y examinamos las cifras y la modalidad de las atrocidades, resulta evidente que el Estado desplegó un accionar terorista más vasto y más sádico. Eso no absuelve a la guerrilla, por supuesto, pero tampoco absuelve al Estado. Aquí hay que darle al Estado lo que es del Estado y a la guerrilla lo que es de la guerrilla.