Carmina Burana y la compensación impositiva

Hoy, en el marco de la temporada 2007 de la Orquesta Sinfónica Nacional, se presentó Carmina Burana (Carl Orff). He regresado a mi casa asombrada y muy satisfecha. Hubo una buena asistencia, lleno 100%. De hecho, se tuvo que cerrar la puerta del Teatro Presidente.

El espectáculo unía a la Orquesta, al Coro Nacional y el Ballet de la maestra Alcira Alonso y al coreógrafo Francisco Castillo. Hubo un retraso porque estaban trabajando las luces (¿a última hora?), pero debo decir que valió la pena, me gustaron! También, fue buena la distribución del escenario.

Apagón y comenzó la cantata escénica con "O Fortuna" y apareció Diana Aranda con una presencia envidiable. Sobra mencionar que ella ha tenido un inmenso avance desde que bailaba el Cascanueces hace unos años (con la Sinfónica) a lo que hoy contemplamos. Igual las niñas -ya no tan niñas- que acompañan.

Los que màs me agradaron fueron los hombres, las coreografías de hombres son buenas y me gusta que se vean fuertes. Hubo una escena -satírica- en la que aparecían vestidos de monjes, y Rafael Perdomo (integrante de Solo por Hoy) salía colgado de una madera que los demás cargaban. Eso me encantó (el riesgo), tanto que se olvidó tomar la foto.

Es inevitable observar detalles, pero ninguno vale ser mencionado. Al final con O fortuna de nuevo, que placer se siente aplaudir un buen trabajo. Pero de todo, lo que realmente me gustó y que rescato es que hubo una excelente coordinación e integración de elementos: La Orquesta, el Coro y el Ballet. Los dos primeros del Estado y el tercero un esfuerzo privado. Tal como me atrapó no distinguí esos elementos, no vi tres cosas sólo una, que era la obra. Creo que se logró mucho. Por mi parte grite y aplaudí.

Sin duda, hoy me siento un poco compensada en el pago de mis impuestos.

Anunciaron para finales de mayo, ¡el concierto para violin de Bethoven, mi hijita estará feliz.