Demagogia punitiva

El Salvador, como muchos países de la región luchan contra el incremento de la violencia, delincuencia, crimen organizado, narcotráfico, corrupción, etc. Fenómenos por sí complejos que exigen diferentes tratamientos. El problema es tal que tiene implicaciones económicas y sociales.

Es aquí donde la política –entendida como la gestión de conflictos en una sociedad organizada- entra en escena, es en el terreno político donde se toman las decisiones que nos vinculan a todos, donde se deciden nuestros destinos y se limitan nuestros derechos.
El sistema político es el espacio en el que se deben adoptar las decisiones que resolverán las demandas ciudadanas. Hablar de sistemas políticos es hablar de un entramado de actores, estructuras, instituciones, que se relacionan e influyen entre sí. Tanto que si una falla, fallan las demás.
Maestros, vecinos, pasajeros del transporte público, taxistas, comerciantes, feligreses, empresarios están demandando seguridad (imputs). Lo más lógico es que la respuesta (outputs) fuese una política de seguridad definida y articulada que responda a la complejidad del fenómeno. Pero la "caja negra", es decir, el espacio en el que se toman las decisiones políticas parece -por ahora- una caja hueca.
Comentaristas, editorialistas e investigadores hablan de gobiernos paralelos, de fracaso estatal, pérdida de soberanía en importantes zonas. Para algunos empresarios resulta más fácil evadir el pago de impuestos que el pago de la "renta". Existe suficiente clamor por una respuesta (racional o irracional) efectiva. Pero pasa el tiempo, sin que nada pase: el rumbo de las cosas no cambia.
El Gobierno y los partidos políticos han caído en una "demagogia punitiva", es decir que entiende por seguridad a un orden en las calles. Esto se explica por la excesiva politización del tema de la seguridad dado los contextos electorales pasados ( el plan de Saca es País Seguro) y en el abuso de medidas que pretenden maquillar la realidad.
Años atrás los planes de mano dura sólo consiguieron limpiar las calles de la presencia de vagos o mareros por unos días, mientras eran puestos en libertad por falta de acusación fundamentada ante los jueces. Ahora les da por "toque de queda", los cuales traerían, en caso de aprobarse, el mismo efecto: limpiar por unas horas la incertidumbre social.
Otra "gran idea" es aprobar leyes y más leyes, penas y más penas. Y para que la cosa salga bien concentran los poderes en los policías o representantes del Ministerio de Gobernación, así otro órgano no les va a entorpecer el trabajo. ¿Eso inhibe al delincuente? No es tan cierto. A eso se le puede llamar populismo jurídico. Los legisladores saben que la gente está desesperada y ellos se esmeran en aparecer proponiendo reformas legales como la respuesta ahelada por la gente, aún sabiendo que mientras tengamos una institucionalidad débil incapaz de aplicarla en lo mínimo las cosas no van a cambiar.
Estoy convencida que el fenómeno debe atacarse de forma enérgica y que las instituciones deben colaborar entre sí (especialmente la Fiscalía y los Jueces). Para eso, quienes conducen al país deben establecer prioridades en los apoyos, gastos y energías. Se trata en definitiva de dar una respuesta como sistema, así ciudadanos, ONG´s, Estado, Medios de Comunicación cumpliríamos un rol importante y complementario.
Mientras tanto ...
(Perdón, perdí la idea. Tengo calentura y me duele el cuerpo. Y no quiero borrar lo que ya escribí)

Comentarios

El-Visitador dijo…
Mujer, pero si es que ibas muy bien, e incluso el artículo acaba bien en

"Para eso, quienes conducen al país deben establecer prioridades en los apoyos, gastos y energías. Se trata en definitiva de dar una respuesta como sistema, así ciudadanos, ONG´s, Estado, Medios de Comunicación cumpliríamos un rol importante y complementario."

¡Así que quitale lo de "mientras...", y listo! Otro día, en otro apunte, agregás otras ideas.

Que te mejorés.
Anónimo dijo…
Que excelente post. Por eso es que creo que mas que ser un blogguero debo ser solo un "lector de blogs". Es grato poder ver las cosas en las que uno piensa (revueltas y desordenadas en la cabeza) escritos de una manera ordenada, coherente, clara y encima muy agradable, sin poses ni pretensiones.
Gracias por escribir y que te sientas mejor pronto.
Anónimo dijo…
Eso mismo iba a decir. Vas bien.

Es que esto, o lo arreglamos juntos, o mejor cerramos y nos vamos a vivir a otro lado (y el que salga de último, que apague la luz).
También me da rabia tantos intereses de por medio. No me cabe la menor duda que las facturas políticas y prebendas son caras para el pueblo, y muy rentables para otros.
Aparte de la polarización que nos tiene estancados.

Pero imagínate, tu que te desenvuelves en una de las áreas de mayor protagonismo, como te sientes, ahora nosotros que solo vemos pasar la pelota! Que cuando se intenta poner una denuncia o buscar justicia, se topa uno con todo el aparato burocratico.

Como me gustaría, al igual que Diógenes cuando salió por Atenas con una lámpara buscando un hombre, encontrar en este país un verdadero hombre (o mujer) con principios, que no cambie estando en el poder, y que de verdad sus acciones sean fiel reflejo de sus palabras.
Que no diga no, solo porque no puede ceder ni una pulgada atras del status quo.

A falta de esto, solo nos queda exigir juntos, pienso, un plebiscito para el pliego de disposiciones que salgan del consenso que planteas. Creo!
Soluciones hay. Voluntad para hacerlas en las cúpulas de poder, no.

Que sigas mejor.
Aldebarán dijo…
Muy buen post. De veras


Cuidate y que pronto estés mejor.
ixquic* dijo…
Gracias por sus comentarios y deseos. Hay que ver que en el delirio de una calentura se escribe a gusto.

SoyS: a mí me gusta leerte, ya te lo he dicho, por tí me animé yo.

Mogul: ¡Apoyo tu moción! y quizá a todos nos hace falta respirar el aire de Chalate, ¿no crees?

Aldebarán: soy muy mala con la sopa de letras, te daría risa si te enseñara lo que hago.