Una muestra de emoción y reflexión


Tras la Muestra de Danza Contemporánea de Grupos Independientes, es necesario hacer un recuento de lo sucedido. Al iniciar el año se comenzó a trabajar en los preparativos individuales y colectivos para producir este evento. La Muestra debió realizarse hace unos meses, pero luego de superar algunos "malos entendidos" con CONCULTURA, se logró por fin ejecutarla. No obstante, la falta de apoyo oportuno y decidido a la danza independiente es notorio por parte del Estado, cosa que no sucede en otras áreas.
Pero para hacer lo que hacemos, el Estado no es imprescindible, tampoco se trata de caer un arte clientelista, no. Precisamente por eso seguimos bailando de acá para allá sin más límites que nosotros mismos. Un grupo de danza independiente puede definirse como un conjunto de bailarines, coreógrafos y demás que hacen danza y no dependen de una institución pública o privada, y que aunque debe estar jerarquizado internamente, los miembros comparten responsabilidades. Pueden recibir subsidios o donaciones hasta un salario fijo siempre y cuando esto no determine ningún aspecto del proceso creativo.
Lo que puedo decir por las obras que observé es que hubo honestidad en el trabajo, se hizo investigación previa para luego fundamentar la parte artística. En suma se trató de ser responsables con el público.
Fernando Hurtado, un coreógrafo español con el que tuvimos el placer de conversar y tomar un taller, nos dijo que las obras artísticas nunca se cierran. Éstas son un libro abierto que sólo el público es capaz de cerrarlo cuando se van a sus casas a meditar sobre lo que vieron.
Luego está el tema de las criticas de otros colegas o críticos de las artes escénicas, que deben asumirse como una opinión más, pero muy valiosa pues enriquece el trabajo propio. El artista debe buscar también la opinión de quienes se debe: el público, debe recordarse que el ser humano no será objetivo cuando critique al mismo ser humano".
Se presentó un coreógrafo mexicano muy bueno, nos habló sobre la muerte, ese viaje que emprendemos y al que no nos llevamos nada. Nos condujo con su danza a imaginar el día de nuestra muerte y los placeres que quisiéramos disfrutar antes que eso ocurra. Inició aferrado a una cuerda, tal como todos nos aferramos a la vida y terminó bailando desnudo, mostró su destreza y su capacidad de expresión corporal, ¡fantástico!. Hubo un momento muy angustiante porque él peleaba por alcanzar una luz... pero luego se paró y dijo que era inútil alcanzarla, porque esa luz no estaba afuera, estaba adentro de él. Precioso. (vean ese hermoso cuerpo de la foto desnudo)
Reflejos e insistencias, de Oxígeno más Danza. Esta obra se trató de un conjunto de micro dramas coreográficos concatenados entre sí que reflejaban problemas sociales que han sido sistemáticamente ignorados o mal atendidos den nuestro país (niños de la calle, feminicidio, contaminación, demandas sociales, la paz).
Conductis Mundi, de Gema Dance. Todo un derroche de virtuosismo de Gerardo Osorio, bailarín y coreógrafo que siempre me deslumbra con su fisicalidad, dominio de espacio y desplazamiento. A mi hija le encantó.
El placer del descontrol, Humanun Tempore. Esta compañía está conformada por mujeres jóvenes, que bailan con mucha limpieza y fuerza en el movimiento. La obra trató de exponer al ser humano pecador y ese sentido de fruición. Estoy maravillada con los avances de estas mujeres, su compañía se está consolidando.
El Guardián del Índigo. Eclipse Parcial. En la escena inicial había un pájaro azul precioso que nos trajo a la memoria nuestro pasado rico en esencia, cuando en estas tierras aún se apreciaba y se amaba la naturaleza, el color, la pureza y el buen corazón. No vi a una bailarina sobria, vi realmente a ese torogoz. Entendí ese llamado de atención histórico sobre el añil. Luego aprecié la ilustración sobre cómo nos relacionamos en otra época, cuan cercano estábamos de la naturaleza, de la esencia de las cosas. ¿qué cosas?, antes la sociedad trabajaba para un bien común, luego venía el descanso. Tuvimos una relación armoniosa en nuestro mundo y en nuestra tierra.
Después me impactó en lo más profundo las imágenes, se pasó en imágenes audiovisuales cinco siglos en un flash cronológico que encierra cómo nos metimos en el atolladero de injusticias, abandonando ese principio.
Las tres caras de Eva. Fusiones (Eunice Payés) Me gustó desde que llegué al teatro, estaba decorado o ambientado para la celebración de una boda. A mí que las bodas me marean, me picó la curiosidad. Desde la entrada hasta el escenario había una alfombra blanca, que era el velo de la novia. En escena, tres novias, tres mujeres que se casan por tres diferentes razones: por conveniencia, por obligación (y por ende terror), y por ilusión. Me pareció que las ejecutantes estaban bien caracterizadas, al final terminan las tres jugando a la complicidad femenina.
Conclusión
Creo que hubo buena convocatoria, y como todo proceso muchas puertas de diálogo se abrieron y otras se cerraron, algunos amores terminaron y algunas bailarinas se empoderaron. Tengo fe en la gente joven, en su expresividad y me alegró mucho haber estado allí, fue muy emotivo, ojalá que la fiesta siga para siempre...

Comentarios

Victor dijo…
Y seguirá habiendo quien salte las palabras y grite con cada fibra del cuerpo, quien llore contraído en un abrazo solitario, quien ame los gestos imperecederos de la danza. Porque nos conecta con ése pasado que tontamente consideramos salvaje, pero que encerraba esa unión con el perpetuo movimiento de la naturaleza y del universo.

Yo no amo como vos a la danza. Pero amo la poesía, las palabras, que al final son gestos con sonido. Movimientos pues, de esos que camian al mundo. Al menos por un momento.
ixquic* dijo…
Gracias por esas palabras...