Festival de Teatro y Concierto Sinfónico



Esta semana, además de mucho trabajo, he tenido el placer de disfrutar el Festival Centroamericano de Teatro. Me alegró mucho que trajeran espectáculos de danza contemporánea: Oleles, de España y La Huella de Tus Ojos de El Salvador-Francia. Esta última fue una puesta en escena muy profunda, se trató de la memoria histórica. Me pareció tan interesante que una bailarina salvadoreña que vive en Francia, viniera al país y tocara justamente ese tema.


Lo que más me gustó es que este año las obras teatrales versaron mucho sobre la situación de las mujeres: Las chicas del 3.5" Floppies trató de la historia de dos madres solteras en situaciones muy difíciles pero con diálogos interesantes; Baby boom en el paraíso nos enfrentó con una mujer que desde la cocina de su casa narra su vida y se queja de la incapacidad de los hombres para asumir algunas tareas, sumada a las circunstancias familiares (suegras, cuñadas, etc.); "Dos Hermanas", un par de actrices colombianas que me hicieron reír y luego reflexionar sobre esa marcada relación conflictiva que existe –a veces- entre las mujeres.

Las cinco me gustaron, pero siempre surgen algunas incomodidades "colaterales" y que tienen que ver con la falta de respeto por determinadas reglas:

  • Lla gente no apaga sus celulares y hasta los contestan!.
  • Apartan asientos a la garduña y no dejan que la gente que hace cola y llega temprano se siente.
  • No hacen fila, entramos en masa
  • Aplauden cuando las obras no han concluido y si no les gusta salen corriendo cuando los artistas están de espalda.

La lista podría seguir… ¿qué se puede hacer?. A veces parece que la gente va al teatro como si fuese un evento social superficial, y no lo es.


También tuve la oportunidad de asistir al concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional en la Catedral. Manejé como loca para llegar a tiempo, el centro de San Salvador es puro frenesí, pero yo sabía dónde dejar estratégicamente mi vehículo. Así llegue a las 6:30 a la que estaba convocado el evento.


Comenzó pasadas las siete, los músicos llegaban tarde y tranquilos, el público estuvo puntual. Precisamente cuando llegue tuve que pararme al final de la iglesia. Afortunadamente un amigo mío, que es músico de la Orquesta, me llamó y me cedió su silla. Me senté en primera fila, aunque casi encima de los músicos y sólo me falto que tomar un violín.


Sentada allí pude escuchar la música y al tenor porque afuera en plena hora pico, los buses emitieron sonidos más contundentes lo que restó majestuosidad a ese esfuerzo.


Así logre terminar con buen ánimo esta semana.

Comentarios

El-Visitador dijo…
"una mujer que desde la cocina de su casa narra su vida y se queja de la incapacidad de los hombres para asumir algunas tareas"

Será la incapacidad de los hombres con quien ella se ha relacionado, ¿no creés?
ixquic* dijo…
Claro mi comentario se quedó corto, tendría que describir la obra para (pare)ser objetiva.

una historia relatada en una escena podrà referirse a una historia concreta (en este caso su marido). Pero el monòlogo daba para ampliar, aunque no generalizar.

La actriz o su personaje se mofò de lo difìcil que es para algunos (muchos) aprender a ser paternales con sus hijos cuando son bebès, y comenzar a involucrarse en las tareas del hogar.

Agradezco tu llamado de atención, (no todos los patos son blancos aunque lo parezcan) pero personalmente he conocido pocos hombres que escapan de mi comentario.

ix
Anónimo dijo…
Es rico tener una semana de teatro, aunque particularmente preferiría que pusieran dos BUENAS obras al mes, así te dan chance de disfrutarlas y poder ir tranquilamente a otras actividades que se estén presentando y no salir corriendo en calidad de chocolate caliente, casi todos los días, para no perderte ni uno ni otro evento.

En fin, me pareció muy buena la 3.5 floppy, te explota en la cara la realidad de muchas mujeres. En medio de la jerga y el desenfado, toca puntos muy sensibles que te hacen reflexionar.
También me pareció excelente que incluyeran obras de danza contemporánea que "te cuentan una historia", claro el lenguaje es distinto, más sutil y hay que acostumbrarse de a poco a traducirlo, pero qué bueno. Una técnica de contacto buenísima de los ejecutantes, que personalmente solo había disfrutado en grupos mixtos.

Lo de la Catedral... me creé muchas expectativas algunas fueron satisfechas, otras no, ¿sabes qué me encantó? ver en el mismo recinto a la vendedora de dulces y sus niños mezclada con señores de traje y corbata, al señor que alguna vez vi arreglando zapatos ahí en el centro de S.S. que movía su cabecita extasiado con las notas. Muchos criticaron que no era el lugar adecuado, era una iglesia y la iglesia del pueblo, los cláxones de los buses muy pocas veces lograron integrarse a la orquesta, pero de una u otra forma el arte llegó al pueblo y lo disfrutamos.
Anónimo dijo…
yo tambien fui a la catedral. llegue a las 6:30, puntual a la hora programada,extraña sensacion de ver que alli no habia señas de concierto para nada, ni siquiera se veia un musico de la sinfonica.
ya desde afuera estaba dudando pues lo que yo creia que seria una gran ocasion, que cerrarian las calles, que la catedral estaria de gala y lista, parecia que a nadie importaba: la iglesia parece que se limita a dejar hacer, los curas en sus negocios de la otra vida: confesiones, adoracion del santisimo (era jueves)...pero me sente a esperar...
dieron las 7 y aparecio por alli un musico, como siempre ellos de andar lento y tranquilo, saludando a su mara...
bueno, total que aquello era una changoneta ruidosa, y ya el dolor de cabeza me comenzaba.
como 40 minutos despues, se vio que comenzaron a retroceder las bancas para hacer espacio a la orquesta...una señora dijo un discurso de largos saludos protocolarios que amenazaba con prolongarse, pero afortunadamente no paso a mas...y luego la musica...yo no estaba adelante como ixquic, asi que el ruido enloquecedor del trafico de hora pico, la gente hablando, entrando, saliendo, saludando, unos parados delante de los que estabamos sentados, era tan, y por momentos mas, poderoso que la musica...tan debil en aquel cajon enloquecedor, que solo un breve instante la belleza me hizo enfocarme y casi, casi las lagrimas a punto de brotar: cuando los cuatro solistas, especialmente la soprano y la contralto, pero sobre todo el bello moreno de voz divina, sublilme, celestial, que no se si se llama mauricio iglesias o angel rivas, aligeraron el ambiente con sus voces vibrantes.
al terminar el requiem, mi desesperacion pudo mas y me sali.
creo que la ORQUESTA SINFONICA es una de las pocas cosas de que podemos enorgullecernos, pedirle a los musicos como grupo, que fueran puntuales, seria demasiado, ellos ya hacen maravillas y milagros, y creo que todos los admiramos y veneramos...
por lo menos rindamosles mas respeto, cerrando calles cuando se presenten en sitios como catedral, preparandoles los ambientes, facilitandoles el trabajo.
creo y pido que la clausura se debe repitir en un sitio apropiado. muchos no asistimos a este mismo concierto en fepade o presidente, por esperar la "gran noche", que desde donde yo estaba, fue un total fiasco, un aquelarre.
Aldebarán dijo…
No pude ir a la presentación, lástima. Sin embargo, por lo que escribes me parece que algunas cosas pudieron evitarse, como los ruidos ensordecedores del centro, que pudo haberse controlado un poco con ayuda de la policía de transito. ¿Imposible? Yo creo ilusamente que no.

Me gusta lo que dice Antares que en un mismo acto cultural, se mezcó la gente que trabaja en el centro con la gente que va de traje a un evento de esa naturaleza. Entiendo por lo que escribe Indira que que debe de haber habido mucho ruido adentro, entre las personas que nunca se callan, los buses, los vendedores y todo el tumulto "normal" del centro. y que debe de ser molesto. Sin embargo, hay que entender que para muchas de las personas, asistir a un concierto de la Sinfónica es un evento rarísimo. ¿Cómo esperar que sepan como "comportarse"? Ojalá estos actos fueran más frecuentes para que las personas "de la calle" aprendar a apreciarlos y a "comportarse"
En cuanto a lo que cuentas del teatro y del comportamiento de los asistentes, es sumamente difícil. Muchas personas van por aparentar "cultura", por puro snobismo. A mí nunca me llevaron mientras estudiaba a un teatro, pero gracias a mi familia, entendí cómo debía comportarme en la sala. Quizá estamos ya demasiado acostumbrados a la cultura de la sala de cine, y creemos que la sala de un teatro es la misma cosa.
ixquic* dijo…
pues lo positivo es que la gente en la catedral se comportó muy bien, era el ambiente (las condiciones) y la llegada tardía lo que molestó.

en cambio la gente en los teatros...pues...

eso merece una reflexión.

somos una sociedad de apariencia
Unknown dijo…
Me dijeron que el sonido de los buses fue algo que perturbó bastante la presentación. Ni modo, no pudo ser perfecto.
Anónimo dijo…
Hola es la primera vez que visito la pagina... y me agrada el saber q el trabajo que uno realiza tiene los frutos que uno sueña... en mi caso el poder transmitir los sentimientos que generan en mi la musica... y la magia... el que al menos una persona en el publico lo sienta... Soy Mauricio Iglesias, el tenor que una persona que se llama Indira tuvo a bien hacerme el honor de regalar comentarios que no merezco. Creame que me han hecho el dia... Cuando uno se sube al escenario... pues es lo q uno sueña... transmitir... la musica, un sentimiento... De verdad Muchisimas gracias... y espero contar con su presencia el proximo año en la temporada sinfonica y la de el coro nacional... Un abrazo y felices fiestas...