En la danza contemporánea el silencio puede ser danzado de manera intencional, lo cual es posible para un bailarín en los términos que María Fux señala: “nosotros que tenemos memoria auditiva podemos tener espacios de encuentro con el silencio”, se refiere a nuestra memoria de sonidos.
Pero yo quiero llamar la atención a las personas que tienen la vida cerrada por completo al sonido. Me ha maravillado entender que algunas de estas personas han encontrado “sentido” hacia el movimiento y han logrado que su cuerpo sea un instrumento del leguaje.
Fux lo ha logrado y es para mí increíble descubrirlo. Esta maestra ha desarrollado un esfuerzo que tiene a la base un trabajo de introspección, estímulo rítmico pero no sonoro, el ritmo de la respiración. (cuando troto he logrado jugar con ese ritmo, Uds. lo pueden experimentar). También utiliza la proyección de diapositivas de cuadros de pintores abstractos para las clases, es decir, que utiliza estímulos visuales: líneas colores y formas, que pueden sustituir al sonido.
Así la línea es para el sordo lo que la música es para nosotros, así se desarrolla el movimiento no auditivo. También utiliza el color. Entonces el movimiento es posible por: ¡color, línea, forma! Esa es la fórmula. He aquí un relato conmovedor:
“Recuerdo mucho un espectáculo que realicé con una joven sorda, María Fernanda, de dieciocho años, alumna mía desde hacía ya cinco años cuando lo concretamos.
En ese espectáculo, que se llamaba Dialogo con el silencio, yo le preguntaba como era el silencio; y ella, con una rabia terrible, con los puños cerrados golpeándose en pecho y el cuerpo, y con los pies haciendo ritmos vertiginosos, circulares, mostraba toda su rabia por no poder escuchar, por ser sorda”
Es así como el silencio puede ser danzado.
Se imaginan cómo se ayudaría a las personas no oyentes si esta metodología se utilizara acá. Lo que se pudiera hacer con niños y niñitas lindas no oyentes!
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*He sido constante en las clases de danza árabe y he conseguido que mi cuerpo asuma esas formas y expresiones. Mi hija está feliz porque nos vemos más seguido, a veces bailamos agarradas de las manos y ya parecemos uña y mugre. Me gusta la cadencia, la tembladera del cuerpo, el sonido de las monedas, la música y la cantidad de formas circulares que se dibujan con el movimiento de caderas y el torax. Ya parezco un camello feliz. Recibiré tres meses y con eso será suficiente, pues tengo muchas otras cosas que desarrollar con el grupo de danza y no me quiero distraer...
La foto la tome para el día de la danza el año pasado en el acto que la END lleva a cabo en el Parque Cuscatlán, se observa a niñas oyentes y felices.
Comentarios
Y aunque talvez no viene al caso, recién leí de las fiestas silenciosas, esas en las que no se oye ningun ruido porque todos los asistentes bailan al ritmo que quieren, con un audiforno de mp3 en sus oidos. Imaginate la vision de eso. Cero ruido musical, muchos pasos distintos.
Interesantísimo lo que cuenta dandelion sobre las fiestas silenciosas...
Abrazos.
Sino no soltamos el canal paternalista.