Cuando el Estado compra arte

En estos días ha habido otro  escándalo atribuido  Asamblea Legislativa por la compra de licor, regalos navideños  y obras de arte (esto ùltimo el gasto fue de 150,000). Mientras unos reprochan la compra en si, otros relativizan aseverando que en tiempos de crisis un bien artístico no debe ser la prioridad en los gastos del Estado cuyo rubro o giro no sea el de la promoción del arte.

Una organización social, representante  de Transparencia Internacional  demandó a la Legislatura ante el Tribunal de Ética Gubernamental (TEG). La demanda está acá (CLICK) y también la Corte de Cuentas ha iniciado un proceso.

Pero el debate sigue: ¿es valido que el Estado adquiera arte o no? Personalmente pienso que si, en determinadas circunstancias, criterios, parámetros.

La demanda ante el TEG  esta basa en la ley de ética que establece algunos principios importantes y que tienen que ver con la optimización de recursos del estado para los fines que son la razón de ser de las instituciones. Para el caso de la legislatura, esto es,  hacer las leyes y para eso debe pagar asesores, consultores, estudios que les ayuden a cumplir su función. La Legislatura para cumplir ese fin no necesita antes volverse una galería de pinturas (lo que no quiere decir que jamas las puedan tener). El criterio de cuando y porqué gastar en esto es lo que se debe someter a evaluación de ética pública.

En lo que no estoy de acuerdo es en comparar la compra de LICOR con la compra de arte como compras que no satisfacen el interés público. Digo, la afirmación así de tajo no la comparto. La ingesta de alcohol es contra el interés publico, esto no necesita discusión. Pero la compra de obras de arte a lo largo de la historia de los países si ha satisfecho el interés público, incluso ha sido una forma de documentar la historia, identidad y la memoria de las naciones. En suma y como ya mencioné, en ciertas circunstancias tal adquisición de estos bienes es válida. Lo fue en México con los murales de Diego Rivera.

Ahora bien, lo que es indiscutible es que estos gastos si riñen con la política de austeridad en un país en el que no se les paga la comida a los policías, no se paga la renta de las casa que oficinas de Estado alquilan, hay que esperar ¡meses! para que te devuelvan la renta...entre tantas cosas y necesidades.

Si los representantes en la Legislatura desean apoyar el arte y la cultura, que discutan y aprueben la Ley de Cultura, que fiscalicen como se desempeña la Secretaría de Cultura, que apoyen la creación de carreras artísticas en la academia, que hagan un decreto transitorio para dar reconocimiento y pensión a los artistas que hoy adultos mayores no tienen seguridad social, etc.

 Es que lo que molesta es la maldita doble moral y sub apreciación de arte es esta sociedad carente de creatividad y sensibilidad.

Hoy sale un buen artículo que mas que citarlo, mejor lo comparto: Arte y Asamblea

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