Siempre he dicho: detesto las armas! Y es que siempre las he creído un factor de riesgo dado que siempre he creído en el enfoque –parcial— sobre los homicidios en este país. Digo parcial porque vemos en las armas, la razón de tanta muerte.
Tras el asesinato de un Capitán de la Fuerza Área el debate sobre las armas se ha revivido. Pero sin duda, quienes elevan este debate siguen quedándose en la superficie. Y reconozco que muchas veces he andado en la misma línea, ésa que simplifica la muerte = pistola.
Ciertamente, la violencia no requiere únicamente de armas, Ni son prescindibles para la muerte, ni para la ira, ni para el “dolo”.
A través de este blog he ido haciendo amistades “virtuales”, personas que pese a los disparates que escribo con poca o alguna razón y mucha pasión, me ha permitido un intercambio de ideas, que además de sano resulta enriquecedor.
Uno de ellos, me envió un argumento que vale la pena examinar (cosa que obviamente no se agota en este comentario). Esta persona argumenta que el problema de la violencia no es andar armado ni la solución es la prohibición de armas.
la mirada parcial nos indica que si se mata con pistola, hay que prohibir las pistolas. El problema es que para matar, también están las armas corto punzantes ¿las van a prohibir? (con qué vamos a cocinar?) Es más, cualquier objeto corto punzante puede producir una muerte. Recuerdo el asesinato el año pasado de una mujer por parte de su marido, con un desatornillador.
En estos días ha trascendido varias muertes culposas de tránsito. Y los matadores huyen. Ayer murió una niña de seis años, era su día de cumpleaños y un carro la llevó a la muerte. Entonces ¿hay que prohibir los carros?
Para matar, basta la negligencia o la intención. y un gran aliciente es la impunidad.
Ciertamente, la mayoría de los homicidios son por armas de fuego…pero las ilegales, de manera que prohibir, tampoco garantiza.
Entonces caigo en la cuenta que esto pasa por examinar dos variables que mi amigo señala: Cultura criminal y sentimiento de impunidad
Sin duda, ese es el fondo del asunto. Porqué la violencia es la forma de resolver las diferencias? ¿porque no logramos ser efectivos con la sanción de estos hechos en calidad y cantidad?
Comentarios
El secreto de civilidad en los Estados modernos es que todo está regulado, el volumen de la música, donde estacionar o no, la altura de los muros, hasta cuantas personas viven en cada casa. Y un factor adicional, TODOS los ciudadanos tributan, esto da un sentimiento de pertenencia y responsabilidad que aquí se adolece.
xyz
Las prohibiciones hace que la gente sin malas intenciones no pueda tenerlas o portarlas para defenderse , entindace que no hago apología de las armas en casa o cintura, pero un martillo te puede servir para romperle la cabeza al vecino o para arreglarle la puerta de su casa, una pistola es algo parecido y a los chorros, malandrines y psicopatías poco les importará la prohibición. A los buenos vecinos que las tienes para posible defensa de sus familias si les importará, entonces ¿a quien beneficia las prohibición de armas?
Esto va en paralelo con lo que ocurre en España con las ordenes de alejamiento a favor de las mujeres maltratadas (ordenes sin protección efectiva) ¿a un tipo dispuesto a matar por que le iba a importar quebrar una orden de alejamiento?
Juan, de acuerdo. Sabe, lo trsite del caso que he comentado es que un hombre de “armas”, un militar fue asesinado por un civil armado.
siempre he pensado que vale la pena apostarle al mejor control de armas: no dar permisos a borrachos, hacer los exámenes psicológicos en cada renovación de matricula, no otorgar permisos a quien tiene antecedentes de violencia intrafamiliar...cosas mas acotadas y con evidencia. Claro a la larga, SIN QUE el sentimiento y casi seguridad de seguir impune no se anule, es por gusto. Igual, mientras no sepamos manejar la ira..pues..
saludos