Quien acaricia a un tigre acaba perdiendo un brazo

Sabias palabras las del juez Giovanni Falcone quien fue asesinado junto a su esposa y cinco escoltas por la mafia Italiana en 1992. Sus asesinos fueron ya condenados a cadena perpetua. Nacido en Sicilia en 1939, dedicó más de veinte años de su vida a luchar contra la mafia desde su cargo de juez instructor en Palermo. Claro, se enfrentó a una mafia poderosa y Falcone quería demostrar que el Estado siempre sería el más fuerte, con la condena de sus asesinos ese propósito se logró. Sin duda, para quien cree en lo justo, lo impune no existe.

Recuerdo a Falcone porque no puedo pensar en otra cosa cuando leo o escucho hablar de los jueces antimafia de El Salvador. La semana pasada en el canal 21 por la mañana estuvo en un programa, el juez Sydney Blanco y el magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Ulises del Dios Guzmán haciendo cada cual valoraciones de estos tribunales y era un diálogo entre un ajedrecista y un karateca. Guzmán defendía la celeridad en la resolución de casos y Blanco señalaba que eran innecesarios además de incrementar la burocracia, pues el defecto de calidad es de origen: la investigación policial y fiscal. Guzmán, iba bien preparado, intentó dar estadísticas pero el calor de la discusión minimizaban esos detalles.

Leo además una nota de periódico en la que la magistrada propuesta por el FMLN en la CSJ, Mirna Perla, sostiene que el esfuerzo para contrarrestar la delincuencia debe enfocarse en fortalecer la investigación, más que en la creación de más tribunales. Perla no es una magistrada perspicaz, como Victoria de Avilés pero hay que reconocerle el punto. El que además ha sido señalado por otra magistrada propuesta por ARENA.

El problema con estos Tribunales es que al parecer se han saturado de casos (231 casos hasta agosto, para ocho jueces y dos magistrados de cámara), pues los legisladores dejaron las leyes abiertas a la interpretación (entiéndase al oportunismo), pues fácilmente se cuelan casos y el agua está hasta el cuello. Además existen empleados que no reciben su sueldo hace tres meses, no hay infraestructura adecuada para funcionar. Esto pasa porque hubo mucha presión para instaurarlos a como diera lugar, pero era el momento político en que lo requería. ¿y ahora a quién se le atribuye la culpa?

Fue indignante conocer (2001) el gasto en bebidas alcohólicas y compras de supermercado de este órgano, a través de un informe y recomendaciones realizadas por Corte de Cuentas y que puede leerse acá: http://www.elsalvador.com/noticias/2001/10/4/NACIONAL/nacio1.html Hecho penoso, y uno se pregunta ¿y que para juzgar hay que estar en estado etílico? ¿ habrán acatado estas recomendaciones? Es de esperarse, pues el presidente de la CSJ es el mismo.


La mayor parte de casos tramitados por estos jueces blindados son de extorsiones y homicidios. Quienes han sido procesados en estas instancias han tenido cárcel segura y hasta julio, sólo existía una condena, es decir un caso que tramitado acá, no quedó impune. Desconozco que más pasó después (agosto y septiembre):
ver, http://www.elmundo.com.sv/Mambo/index.php?option=com_content&task=view&id=3073&Itemid=41


El otro problema, y está ya muy documentado, es la calidad de la investigación. Con la ley Especial contra el Crimen Organizado se acortaron los plazos procésales. En principio, esto es positivo, si es más rápido es más barato. Además no hay retardo de justicia. Pero esta intención se vuelve contraproducente si no va acompañado de refuerzos profesionales, técnicos y económicos a la Policía y Fiscalía. Esto es de lógica elemental ¿o qué? Los jueces antimafia son los que investigan? No! Ellos juzgan, hace falta tomarse en serio el trabajo para mejorar todo el sistema que interviene al cometerse un delito.

Sin embargo, Rodrigo Ávila, que se enfrenta al “tigre”o a la delincuencia cruda, pide más jueces de este tipo o naturaleza. Sin duda el trabajo puede haberse facilitado en estos meses, quizá por situaciones de afinidad y no se si el agobio hace que Avila se ponga a acariciar a ese Tigre, lo cual será peligroso. Uno nunca subestima al adversario.

Aunque se insinúe que hay “boicot político” dentro de la burocrática Corte para que los Antimafiosos funcionen bien, no se dan cuenta que el peor boicot para cualquier proyecto es la forma en la que las decisiones se adoptan: de zopetón, sin recursos y por la conveniencia política del momento.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6329&idArt=1701857



Es simple para quien quiere ver

Según la memoria de labores de la Fiscalía junio 2006- mayo 2007, ingresaron a su sistema 98, 781 casos. En este monto cabe toda clase de delitos y faltas. Pero al segregar el tipo de delito salta a la vista algo importante. La mayoría de actos criminales se cometen contra el patrimonio (33, 674), lo que indica el tipo de problema social que tenemos (¿somos amigos de lo ajeno? ¿estamos desempleados?). Y esto lo sabe el Fiscal General y el Director de la PNC, de manera que nos deben su análisis y propuesta para reducir esta clara tendencia en una verdadera política de seguridad.

Le sigue, por desgracia, los delitos relativos a la integridad personal (incluida la vida) que hacen un total de 20,036, y confirma la vida violenta de esta sociedad (¿porque nos herimos y nos matamos?), siguiéndole los delitos contra la libertad 15, 992. Hay delitos cuya frecuencia se disparó desde el plan Mano Dura y son los relativos al “sistema Constitucional y paz pública”, pues aquí está comprendido “asociaciones ilícitas”, pretexto que ha servido --a veces con razón y otra sin ella-- para detener a dos o mas personas con un aspecto sospechoso, aunque luego, por falta de pruebas salgan. De estos se abrieron 9, 418 expedientes. El resto de delitos tienen montos menores.

Y esto es parte de la luz que debe indicar a las autoridades qué hacer. ¿se soluciona con tribunales antimafia? ¿es ese el perfil de estos casos? El ataque contra el crimen organizado cabe por supuesto y no debe tratarse con tanta payasada porque es grave. Al iniciar este año hubo un repunte de casos de secuestro, no sabemos como va esa tendencia.

Para que el tigre no nos corte el brazo, no le acariciemos. Estudiémoslo y luego actuemos. Urge pues, priorización del gasto AQUI (sistema de justicia, prevención y sanción), profesionalización de los operadores de justicia, sacar con urgencia a los payasos partidistas del tema, punto.

Comentarios

Giovanni Falcone: vida y muerte inspiradoras.

Como sueles escribirlos, este artículo me parece contundente, completo, claro y equilibrado