Socorro Jurídico

¿Cómo calificar el trabajo del Socorro Jurídico del Arzobispado? Quienes se planteen como labor, la defensa de los derechos humanos, debería revisar como se comenzó a desarrollar ese esfuerzo, que además nació en el peor momento.
El Socorro Jurídico de Arzobispado de San Salvador, (SJA) fue un organismo de inspiración cristiana, creado en 1975 para representar a personas de escasos recursos económicos ante las instancias judiciales y así promover y defender derechos humanos. Durante años, recibieron y atendieron a parientes de sindicalistas, obreros, campesinos, opositores que habían desaparecido, les habían encarcelado o torturado o no aparecían. Los estudiantes de leyes y abogados interponían recursos de hábeas corpus, hacían todo tipo de denuncia. El SJA era la única alternativa para mucha gente en esa época.
Para 1980 el Socorro había sido tildado de subversivo, su personal atacado, amenazado y algunos desaparecido. En otras palabras, esta gente defendiendo a otros sacrificaron muchísimo, hasta la vida. He revisado documentos viejos y leo cantidad de pronunciamientos de esta entidad, fuertes y contundentes. El SJA señalaba que:
- su labor es pacifica, legal aunque opere en un contexto de violencia.
-Una labor apegada a la Convención de Ginebra en conflictos armados internos (vigente en el país gracias al pacto franco-Mexicano y quienes lucharon porque esto fuera una realidad)
-rechaza todas las acusaciones que el gobierno le hacía. Este punto es importante porque hubo comunicados oficiales, infames (EDH, 8 de septiembre de 1981). Según el Socorro esos comunicados se interpretan como un aval para quienes quisieran atentar con las personas que allí laboraban, es decir, un grupo de abogados indefensos quienes a plena luz del día salían pacíficamente a defender, con las leyes vigentes a otras personas.
El Socorro señala entonces que Cualquier atentado en contra de los abogados del Socorro Jurídico representaría una situación extremadamente grave (...)" Obstaculizaría el deterioro del ejercicio de los derechos individuales y garantías judiciales por parte de las personas detenidas, torturadas o familiares de ejecutados, en un país donde muy pocos abogados están dispuestos a ofrecer sus servicios a quienes claman por justicia"
En julio de 1980, Patricia Cuéllar quien laboraba allí, desapareció.

En ese contexto, se defendían los derechos de otros. Lo mínimo es que quienes laboren hoy en ese ámbito, vivan a la altura del momento histórico y honren la obra de quienes encendieron esta llama. Que se sepa reaccionar, a los retos presentes y que se enfrenten con métodos adecuados. Antes había guerra, las libertades se violaban descaradamente, y había un gobierno que formalmente (régimen) era autoritario.
Ahora las cosas funcionan diferente. La astucia política tuerce la ley, aprendieron a hacer trampas y hay que estar a la altura, peso y fuerza para denunciarlo y colaborar en recomponerlo.

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(ya me dio sueño y la noche se hizo fría, me voy a la cama)

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