Improvisaciones y más danza





La semana pasada se llevó a cabo la celebración del Día de la Danza en la UES, evento organizado por la Secretaría de Arte y Cultura de la U, presidida actualmente por David Hernández, quien ha llegado a dinamizar el trabajo de esa instancia. La celebración tardía se debió a la paralización de la UES a finales de abril por miembros del Sindicato.

En el evento participaron sólo algunos grupos de danza contemporánea universitarios, oficiales e independientes y ofrecieron un espectáculo variado.

Me hubiese gustado hacer una reseña de cada uno, pero no alcanzaron los programas de mano (con la información precisa) y desde bambalinas poco se puede apreciar mientras una está calentando el cuerpo y cuidando las mejores energías. Se que estuvo Eunice Payés, Danza Creciente, UCA Danza Contemporánea, UES Danza Contemporánea, Didine Ángel, Escuela Nacional de Danza. Voy a referirme a una coreografía, guardando la distancia -no tengo calificación para criticar o calificar- y lo hago como la simple observadora y ejecutora de danza que soy.
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“Improvisaciones”, coreografía de Didine Ángel.

Desde pequeños a los seres humanos se les enseña a leer la Biblia, de ella se sacan tantas palabras sabias aplicables a la existencia angustiosa de cada" cual. Allí, en ese gran libro, se encuentra una frase profunda: "La verdad os hará libres" (Jn 8,32). La gente crece escuchándola y asimilando lo que estas palabras significan, es decir, la estrecha relación entre la verdad y la libertad. Aunque la mayoría lo cree con fe, debe establecerse una salvedad:
La libertad por la verdad no sucede porque la Biblia lo diga, depende de cada cual, depende de cómo se asume la verdad
¿verdad?

La coreógrafa y bailarina Ángel hace un planteamiento de este ítem a través de una pieza coreográfica llamada “Improvisaciones”. En el programa se lee "La verdad no hace libre a cualquiera” (D.A.) y luego comienza el movimiento. Aparece una mujer que carga un “bulto”, grande, gris y apariencia pesada. Da la impresión que la vestimenta de esa mujer es una extensión del bulto que la tiene sujetada. Con movimientos fluidos y cortados la mujer está conflictuada, lleva el peso y lo desprecia. En el escenario se encuentra con otros bultitos grises, no menos agradables que el que va siendo arrastrado por ella en esa danza inquieta. Técnicamente, se logran buenas imágenes: ¿el bulto baila y ella es su extensión, o viceversa?

Luego se va al suelo toma los bultos del “camino” y se los entrega con fuerza y deprecio al público (hubo algún menso que casi sale corriendo). ¡Que curioso! ¿es que a nadie le gusta cargar con los problemas y verdades ajenas?. El climax de la coreografía es la liberación de lo gris y del bulto. Y queda aquella bailarina desnuda, tal como sucede siempre que se asimilan las verdades, sin máscaras sin disfraces, sin miedo, desnuda no mas.

En escena hay otro elemento, un hombre blanco, fuerte y alto (interpretado por José Martínez). Al principio está cubierto por “lo gris” y luego el se va liberando. él está pendiente de ella, quien lo mira o se mira en él.
Y luego, ella se desvanece,
él la acoge con mucha ternura y finalmente la arrastra y la saca del escenario
....off
También hay otros créditos, Fernándo Umaña como asesor teatral y Rossember (o como se escriba) quien vio detalles del diseño escénico.
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Seguro, pasaron muchas cosas que no se ven desde un lateral y con los nervios al esperar el turno propio, pero esa coreografía me dejó subida o colgada de una nube, me repetía la frase y las imágenes (la discutimos con mis amados compañeros de grupo y movimiento). Antes la había visto, y veo que está evolucionando para bien. Me parece un trabajo terriblemente honesto (desnudo incluido), muy intenso y por ende interpretado.

Conozco a Didine desde 12 o 13 años atrás. Ella me daba clases de danza embarazada y me ayudaba a preparar la respiración, y ha hablar de “mi bebé y yo” y no sólo de mí. No he sido constante viendo su obra, a penas el año pasado en la Muestra de Danza Independiente, la volví a tratar y después de varios años me dio las gracias por cosas que ni yo recordaba.
Me alegró ver lo que vi ayer, la veo -a ella- con mayor claridad. Ahora bien nada de esto tiene que ver con nosotros, los espectadores. A la gente sólo le debe importar la obra y me parece que aquí hay una buena propuesta para la danza salvadoreña en general y específicamente, para la contemporánea. La Danza se hace bailando.

Hay otro detalle que quería comentar por cosas que se suelen escuchar en ese ambiente. Muchos piensan que algunas piezas de danza contemporánea “ya aburren” “siempre lo mismo”, "no pasan de allí" etc. Sucede que hacer danza no es lo mismo que hacer pasteles y menos si se trata de obras en donde hay un concepto y muchas cosas más. Todo eso es un proceso grueso, difícil y muy largo.

Leía en blogs de escritores cómo relatan el tiempo (y adversidades) que les lleva terminar su obra, novela, poemario, cuentos. ¡años! Y allí están, sus libros muy sólidos. Este año hasta conmemoramos "100 años de soledad" de García Marquez y quien se atrevería decir “ya aburre”, claro quizá la comparación se salga de tono, pero la idea está. Yo me preguntaba sobre lo válido que es mantener y hacer evolucionar obras y allí es donde hay que exigir pero no que se hagan como pasteles.
Por eso me alegro de Pájaros Pintados de Francisco Castillo, de Las Tres Caras de Eva de Eu Payés, “Aire” de Julio Mejía, “El Vigilante” de Humanun Tempore, “Conductus Mundis” de Gerardo Osorio (de lo que he visto).

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Nota,1: si tengo imprecisiones es porque no tengo el programa y porque vi desde un lado del escenario la danza, acepto correcciones.

Nota,2: Después de bailar, vi en el público a mi mamá ¡vaya sorpresa! Ella sólo tiene ojos para mi hija y no para mí. Andaba sin Ixbá (o sea que no fue por ella sino por mí, pensé) y me alegró. Al final llegó a darme quejas de ella (Ixbá), a saber, no estaba allí por mí, andaba de escape enojado con mi niña. Pero bueno, me fue a ver...
Lo siento por las fotos, soy mala y mi cámar no sirve.
:)

Comentarios

Jorge Ávalos dijo…
Fui a este evento de danza el sábado, con la intención de escribir algo para El Faro. Cuando entré no había más de un tercio de la sala llena y sin embargo no habían programas de mano. Y luego cuando empezó la danza, casi de inmediato comenzaron los ronquidos de un hombre a mi lado. Atrás de mí había una pareja hablando, y que nunca se calló. Luego las cámaras de video con sus pantallas iluminadas y después los disparos incesantes del flash de media docena de cámaras. Había un joven que tomaba fotos, una tras otra tras otra, sin siquiera ver el escenario, disparaba la cámara mientras hablaba por el celular. Esta fue la presentación de danza más indigna que he visto en mi vida, un verdadero ataque a la labor de los bailarines. Yo nunca había visto a Laura Estrada realizar una ejecución tan limpia y perfecta, ni había visto nunca a Didine realizar un trabajo tan liberado y exitante, lo mejor que ha hecho en mucho tiempo, una aplicación imaginativa de las técnica butoh, pero nada de esto aparecerá escrito en ningún medio. Yo traté de parar las cámaras y nadie me hizo caso, pedí ayuda para ver si alguien podía detener esos luzasos que rasgaban la frágil seda de los diseños de luces que con tanto trabajo y primor habían hecho algunos grupos y nadie me ayudó. Es indigno de la danza lo que sucedió allí, toda esa falta de respeto por gente a quienes de ninguna manera le interesaba la danza. Yo me levanté y me fui, con lágrimas de furia, antes de que terminara Didine su presentación. Nunca más voy a poner un pie en el teatro de la Universidad de El Salvador.
ixquic* dijo…
Jorge, una lástima. A mi me gusta leer lo que escribe sobre danza y la ocasión se perdió.

Yo siempre me he quejado -en Xibalbá- del comportamiento de la gente en teatros, el colmo es que suceda esto en una institución superior. hay una falta de respeto obvia!

El jueves había hasta una loca peleando por allí y yo estaba al borde de oír como gritaban.

A ese teatro le hace falta trato de Teatro: un jefe de piso, de cabina, reglas claras sobre su uso, por lo menos.

También personal (calificado), recursos. A mi me gusta mucho el piso.

Cuando estuvo el anterior secretario ese teatro era una sala social: Cócteles, bebidas, boquitas. Y creo que la gente allí se acostumbró a eso.

Por lo que ví, hay un caos. sucede lo del sacristán, que toca las campanas, confiesa, da la misa, etc.

A mi me sorprende y alegra ver como Roberto Salomón no lo piensa dos veces para expulsar a alguien de sala cuando se atreve a tomar una foto con flash.

ni mi mamá ni yo nos quedamos con programas, creo se trató de un asunto de los retrasos ocasionados por la huelga del sindicato (se tuvo que repetir parte del trabajo)

El desdén de la UES...es un asunto para lamentar, como tantas instituciones estatales... no lo sé...

Habrán más oportunidades para ver a Didine, y leerlo a Ud.
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ahhh y muy bueno lo que publica hoy, me gustó lo de la ironía...