Los hechos sucedidos en los últimos días -asesinato de tres diputados centroamericanos y un colaborador- han ocupado las páginas de los periódicos y nos han consternado tanto que me hicieron recordar otros hechos.
Estamos frente al problema de las connivencias que logra, por las buenas o por las malas, el crimen organizado con las estructuras del Estado que le resultan claves, como las Policías.
Hace algunos años, los asesinatos de Darol Francisco Velis y Ramón García Prieto nos permitieron observar una cosa: miembros de la antigua Comisión de Hechos Delictivos de la Policía Nacional, pasaron automáticamente a la nueva Policía Nacional Civil y desde allí, esas estructuras legales, operaron ilegalmente, intentaron encubrir los asesinatos y alterar pruebas. El tipo más representativo fue un tal sargento Zaldaña, hoy en la cárcel.
Años después, miembros de la PNC volvieron a sorprendernos. Aunque hay varios ejemplos, acá traigo como el más representativo el secuestro de Rodrigo José Zablah Siri.
Este hecho se ocurrió una mañana en el 2000 cuando la víctima se disponía a llevar a sus hijos al colegio, mientras transitaba en una calle de la Urbanización Santa Elena, apareció un carro patrulla, que pertenecía a la Unidad de Emergencias 121.
Los plagiarios fingieron hacer una diligencia de rutina y pidieron a la víctima detenerse, de remate le dijeron que había infringido la ley de tránsito y lo sacaron de su auto, lo subieron a la patrulla y dejaron solos a los hijos en el auto.
No logré encontrar la fuente, pero recuerdo que este rescate se pagó en Guatemala y uno de los autores del crimen se fue a Honduras donde cayó preso y escapó. Este caso no está impune, los ex policías están tras las rejas. Eso me alegra, lo que me desalienta es que esto no sucede en muchos casos, pues a veces la justicia selecciona según e victimario o según la víctima su comportamiento.
Ojalá que quienes dirigen y controlan estas instancias estén consientes que el crimen se organiza bien y obviamente hay personajes claves para corromper, en definitiva estos, los criminales, sí saben buscar socios en las burocracias.
Dejo el link de un artículo que me enviaron , no comparto el 100%, y pero lo dejo por las partes rescatables: http://www.lainsignia.org/2007/febrero/ibe_022.htm
Estamos frente al problema de las connivencias que logra, por las buenas o por las malas, el crimen organizado con las estructuras del Estado que le resultan claves, como las Policías.
Hace algunos años, los asesinatos de Darol Francisco Velis y Ramón García Prieto nos permitieron observar una cosa: miembros de la antigua Comisión de Hechos Delictivos de la Policía Nacional, pasaron automáticamente a la nueva Policía Nacional Civil y desde allí, esas estructuras legales, operaron ilegalmente, intentaron encubrir los asesinatos y alterar pruebas. El tipo más representativo fue un tal sargento Zaldaña, hoy en la cárcel.
Años después, miembros de la PNC volvieron a sorprendernos. Aunque hay varios ejemplos, acá traigo como el más representativo el secuestro de Rodrigo José Zablah Siri.
Este hecho se ocurrió una mañana en el 2000 cuando la víctima se disponía a llevar a sus hijos al colegio, mientras transitaba en una calle de la Urbanización Santa Elena, apareció un carro patrulla, que pertenecía a la Unidad de Emergencias 121.
Los plagiarios fingieron hacer una diligencia de rutina y pidieron a la víctima detenerse, de remate le dijeron que había infringido la ley de tránsito y lo sacaron de su auto, lo subieron a la patrulla y dejaron solos a los hijos en el auto.
No logré encontrar la fuente, pero recuerdo que este rescate se pagó en Guatemala y uno de los autores del crimen se fue a Honduras donde cayó preso y escapó. Este caso no está impune, los ex policías están tras las rejas. Eso me alegra, lo que me desalienta es que esto no sucede en muchos casos, pues a veces la justicia selecciona según e victimario o según la víctima su comportamiento.
Ojalá que quienes dirigen y controlan estas instancias estén consientes que el crimen se organiza bien y obviamente hay personajes claves para corromper, en definitiva estos, los criminales, sí saben buscar socios en las burocracias.
Dejo el link de un artículo que me enviaron , no comparto el 100%, y pero lo dejo por las partes rescatables: http://www.lainsignia.org/2007/febrero/ibe_022.htm
Comentarios
"Es un instrumento de cooperación regional de planteamiento, análisis y recomendación, foro permanente para el diálogo y el sano debate como medios de solución de conflictos"
Recordemos que ante uno de los frecuentes ataques de complejo de inferioridad entre la clase política de un hermano país, y cuando ya sus medios de comunicación nos pintaban como el demonio encarnado, la respuesta de los asalariados a razón de $4150 mensuales fué:
"Sería suicida para un organismo de integración tratar de entrometerse en problemas de ese tipo [la disputa entre ES y Honduras]”
Justamente sus apreciaciones sobre el parlamentarismo, las que a vós tampoco te gustan, son las que no comparto.
él está diciendo justamente lo que ese parlamento no es.
gracias por el comentario. De hecho, si coloqué el enlace fue con ese fin.
Le pregunté a quien me lo envió sobre el autor y me dijo que es mexicano. Sinceramente no lo he buscado.
Esto d elos órganos de integración ..ahhh hay tanto para decir.