Según las noticias (EDH, p. 11, 17.01.07), la Comisión Nacional para la Seguridad ha dado el aval para que la Asamblea Legislativa discuta y aprueba la reforma constitucional para que la policía y fiscalía realicen intervenciones telefónicas. Esta es una herramienta útil, según Astor Escalante para combatir el crimen (entrevista Al Día, canal 12, hoy). Sin duda será así, siempre y cuando ésta medida se aplique previa autorización de un juez, así tendrá validez como prueba en un proceso penal (de un país democrático). De esa manera, se garantizan tanto los derechos de los imputados como de las víctimas.
No obstante, es difícil entender el método de parche de los funcionarios, sumada a su corta memoria y agravada por la carencia de lógica. Ahora lo explico.
Algunos sí tenemos memoria: en abril del año pasado cuando terminaba el período 2003-2006 de diputados se llevó a cabo una plenaria maratónica y el último día los diputados aprobaron varias leyes y reformas constitucionales, la mayoría relacionadas al tema del combate contra la delincuencia. De alguna manera intentaron identificar aquellas herramientas que apoyaran la labor de la investigación del delito.
Fue así como se aprobó la Ley Especial de Protección de Testigos, la nueva Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, Ley de ética para la función pública. También las reformas constitucionales aprobadas fueron: las escuchas telefónicas, la creación del Instituto de Ciencias Criminales, entre otras que no vale la pena mencionar (prohibición de matrimonios gay, extensión de período de diputados y alcaldes...)
Estas reformas constitucionales para que sean vigentes deben ser AMBAS ratificadas. Pues de nada sirve contar con una nueva herramienta probatoria (como las escuchas telefónicas) y no tener una institución que idealmente concentre y optimice la investigación del delito, evitando el uso excesivo de testigos (por tanto reduciendo riesgos a estas personas) y garantizando que muchos casos no queden impunes a través del método científico.
Sin duda lo de las escuchas contribuirá a resolver muchos casos, especialmente, aquellos que tienen mucho impacto (incluido el mediático para ARENA), pero también traerá mucha discusión, desconfianza, etc. Posiblemente, en la legislatura el FMLN se oponga y alegue un mal uso de esta medida, esta posición adoptó antes, sin analizar que técnicamente no representa problema legal. Acá además pesa la poca confianza hacia las instituciones que investigan y juzgan, lo mejor es apostarle a algo en lo que TODOS podamos creer.
Es allí dónde el cerebro burócrata debería enfocarse: mirar más allá de los impactos políticos, volver la vista hacia nosotros. Pero sin duda le hace falta oxígeno.
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*Esta vez perdí la idea, me duele la cabeza, y mi hija está bailando al ritmo de tambores como si se le hubiera metido un demonio africano, no soporto más! Me voy a la cama.
Estas reformas constitucionales para que sean vigentes deben ser AMBAS ratificadas. Pues de nada sirve contar con una nueva herramienta probatoria (como las escuchas telefónicas) y no tener una institución que idealmente concentre y optimice la investigación del delito, evitando el uso excesivo de testigos (por tanto reduciendo riesgos a estas personas) y garantizando que muchos casos no queden impunes a través del método científico.
Sin duda lo de las escuchas contribuirá a resolver muchos casos, especialmente, aquellos que tienen mucho impacto (incluido el mediático para ARENA), pero también traerá mucha discusión, desconfianza, etc. Posiblemente, en la legislatura el FMLN se oponga y alegue un mal uso de esta medida, esta posición adoptó antes, sin analizar que técnicamente no representa problema legal. Acá además pesa la poca confianza hacia las instituciones que investigan y juzgan, lo mejor es apostarle a algo en lo que TODOS podamos creer.
Es allí dónde el cerebro burócrata debería enfocarse: mirar más allá de los impactos políticos, volver la vista hacia nosotros. Pero sin duda le hace falta oxígeno.
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*Esta vez perdí la idea, me duele la cabeza, y mi hija está bailando al ritmo de tambores como si se le hubiera metido un demonio africano, no soporto más! Me voy a la cama.
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