9 años después....

(...)
mi fruto mi flor
mi historia de amor
mis caricias
(...)
la fe que perdí
mi camino
y mi carreta
(...)
mi manantial
mi cañaveral
mi riqueza

mi leña mi hogar
mi techo mi lar
mi nobleza
(Poema de amor, Joan Manuel Serrat)

3 de enero 1998, 3:45 a.m., Hospital de Maternidad. Ambas fuimos puntales a la cita con la vida como dicen.

Fue así como de golpe invadió mi ser y me forzó a nacer de nuevo. Aunque nos separan 24 años y somos mujeres un tanto diferentes, nos entendemos bien porque compartimos aficiones, vocaciones y esfuerzos. Y bueno, porque alguna vez me sentí habitada por ella, así como para ella mi cuerpo fue su albergue en el que se preparó para llegar al mundo.

Este zapatito le perteneció y es lo único que he guardado de esas peripecias de la crianza. Es como una medalla, simboliza lo que he caminado como madre y para ella significa la capacidad para ser protagonista de su propia existencia, pues el zapato chiquito indica el punto de partida.

Antes que naciera todas mis amigas querían ser su “madrina” de bautizo y yo ni siquiera pensaba en el sacramento. Pero era tan difícil para mí elegir sólo a una si todas son importantes!

Ya no frecuento a ninguna, pero son varias, cada una fue y es cómplice de algún pedazo de mis andadas y fueron leales. Lo resolví de manera diferente y me resultó: mis amigas y amigos son para mi hija (según la cercanía) sus tíos, tías, amigos y amigas. Y las madrinas elegidas fueron dos: la enfermera que la recibió cuando nació y que es nuestra vecina; la otra, es la mujer que trabaja en la casa con las tareas caseras y que es el “ada madrina” de Ixbá. Es como la hija que ella nunca tuvo, en mejores manos imposible. De paso esta mujer me enseñó a bañarla, a ayudarle a caminar, salíamos corriendo al hospital cada vez que se enfermaba.

Hoy por la noche, como cada año, le partiré un pastel y compraré pizza para sus amigos. Cuando hizo la lista habían mas amigos míos que de ella (incluidos bailarines y bailarinas), y le hice ver que debe relacionarse con la gente de su edad. La reformuló, como he estado sin “liquidez” se le ocurrió hacer sus propias invitaciones y decidió hacer una pijamada, partir el pastel, cenar, ella quiere bailar para sus invitados y me ha delegado que yo dirija los concursos (¿tendré vocación de payasa?).

Por cierto, invitamos al niño (uno de los ..) que le gusta que es vecino y me juró que me devolverá el favor cuando yo ande en esas.. (ja ja jajajajajajajajajajajaja).

El post, es para ella.

Te amo muñeca
gracias por ser mi compañera